La Guardia Civil ha vuelto a dar un paso firme en la lucha contra los métodos ilegales que amenazan la biodiversidad. Durante los meses de abril y mayo, el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Ciudad Real ha llevado a cabo un amplio operativo contra el uso de venenos y otras prácticas prohibidas, en el que ha resultado investigado un hombre por tenencia ilícita de armas y posibles delitos contra la fauna.
Además de esta investigación penal, los agentes han tramitado numerosas denuncias administrativas por infracciones a la Ley del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, la Ley de Caza de Castilla-La Mancha y el Reglamento de Armas. La operación ha revelado un uso extendido de artes ilegales para atrapar depredadores, con especial incidencia en medios no selectivos que suponen un grave peligro para el equilibrio del ecosistema.
Un arsenal de trampas prohibidas
Durante las inspecciones, el Seprona ha decomisado dieciséis cepos, varias jaulas trampa para zorros y gatos asilvestrados, lazos, trampas para aves y varios productos fitosanitarios prohibidos, que presuntamente eran utilizados como veneno para eliminar depredadores. Además, se han incautado tres carabinas de aire comprimido, una de ellas modificada para disparar munición del calibre .22 americano, así como munición de dicho calibre.

Estos métodos, además de ilegales, resultan letales para numerosos animales y afectan tanto a especies protegidas como a otras no objetivo. El uso de cebos envenenados es especialmente preocupante, ya que no solo mata a la fauna directamente expuesta, sino que sus efectos se amplifican a través de la cadena trófica, afectando a carroñeros y depredadores como el milano real o el buitre leonado.
Venenos que contaminan la naturaleza
La Guardia Civil ha recordado en un comunicado que el uso de venenos en el medio natural puede incluso contaminar aguas superficiales, suponiendo un riesgo para la salud pública. Por este motivo, se presta especial atención a su detección, tanto en labores de vigilancia como en inspecciones específicas como la desarrollada en esta ocasión.
En el operativo han participado, además de agentes del Seprona, Agentes Medioambientales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y efectivos del Servicio Cinológico de la Guardia Civil, con perros especializados en localizar cebos envenenados y cadáveres. Esta colaboración ha permitido realizar numerosas inspecciones en fincas situadas en distintas localidades de la provincia.