La Guardia Civil ha iniciado una investigación contra un individuo por un presunto delito contra los animales, tras la muerte de un perro por agotamiento durante una cacería ilegal en Montoro, Córdoba. El suceso tuvo lugar durante una operación llevada a cabo por el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil. Durante la intervención, los agentes localizaron a tres personas que, armadas y acompañadas por perros, trataban de abatir jabalíes en mano, una modalidad que no está permitida en esta época del año.

Las investigaciones del SEPRONA revelaron que uno de los perros utilizados por los presuntos furtivos murió debido a un estado extremo de agotamiento. Según el informe de la Guardia Civil, «el animal, en un primer momento presentaba un estado de cansancio y agotamiento excesivo, no pudiendo caminar, falleciendo al poco tiempo presumiblemente por haber sido sometido a un exceso de trabajo, atendiendo a las altas temperaturas».

Un perro agotado en una foto de archivo. © Shutterstock

En época de veda y sin autorización del titular ni licencia

El individuo investigado, además de estar implicado en la jornada ilegal, se encontraba en un coto sin la autorización del titular de los derechos cinegéticos. Por ello, se le ha imputado un delito contra los animales y, junto a las otras dos personas, también se le acusa de un delito contra la flora y la fauna.

Además de las imputaciones penales, se han iniciado expedientes administrativos por varias infracciones: cazar en época de veda, hacerlo en un coto sin autorización y sin licencia. Estos expedientes han sido remitidos a la Delegación Territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía en Córdoba.

La Guardia Civil también ha propuesto la retirada del permiso de armas a los presuntos autores de estos delitos, una medida que busca prevenir futuros incidentes y reforzar la seguridad en las actividades cinegéticas.


Pillan a un furtivo gracias a una cámara trampa que lo fotografió


Este caso subraya la importancia de la vigilancia y el control en los cotos de caza para evitar el furtivismo que pone en riesgo tanto a los animales como al medio ambiente. La actuación del SEPRONA es un ejemplo del compromiso de las autoridades para combatir esta lacra y proteger la biodiversidad.

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