Un vecino de 39 años y nacionalidad española ha sido investigado por la Guardia Civil de Palencia como presunto autor de un delito de hurto. Los hechos se produjeron a principios de septiembre, cuando un agricultor denunció la desaparición de un importante volumen de paja almacenada en sus terrenos de la localidad palentina de Paredes de Nava. La magnitud del robo, que alcanza las 80 toneladas, sorprendió a los agentes desde el inicio de las pesquisas.
El valor del material sustraído, calculado en unos 3.000 euros, refleja la importancia económica que este tipo de hurtos tiene para los profesionales del campo, especialmente en una campaña marcada por la incertidumbre en los precios y la falta de lluvias. El agricultor afectado se percató de la ausencia de la paja y puso los hechos en conocimiento de la Guardia Civil, lo que permitió la rápida apertura de una investigación.
La investigación de la Guardia Civil
Los agentes de la Guardia Civil iniciaron las diligencias tras recibir la denuncia, con el objetivo de localizar tanto al presunto autor como el destino de la mercancía sustraída. Gracias a las indagaciones, lograron identificar a un hombre de 39 años que habría participado directamente en la sustracción del material. Finalmente, fue investigado como presunto responsable de un delito de hurto.
La imputación fue comunicada a la autoridad judicial competente. No obstante, las pesquisas continúan abiertas para tratar de esclarecer si en la operación participaron más personas.
El impacto en el sector agrario
Este tipo de robos no es un hecho aislado en el ámbito rural. En los últimos años, agricultores y ganaderos han denunciado un aumento de los delitos relacionados con la sustracción de forrajes, gasóleo agrícola y material de explotación. El perjuicio no solo afecta a la economía directa de las explotaciones, sino también a la confianza de quienes dependen de sus recursos para mantener la actividad diaria.
La Guardia Civil recuerda que este tipo de actuaciones se enmarca dentro de los planes de seguridad para el medio rural, que buscan proteger tanto a los agricultores como a sus bienes. La colaboración ciudadana y la denuncia inmediata son elementos clave para frenar estas prácticas que, en ocasiones, pasan desapercibidas hasta que el daño ya está hecho.








