En pleno campo salteño (Argentina), donde la cobertura de celular brilla por su ausencia, un agricultor ha demostrado que el ingenio puede más que cualquier antena. Con apenas una botella de plástico, una polea casera y un poco de paciencia, ha conseguido mantenerse conectado desde uno de los lugares más recónditos del país. Su sistema artesanal, tan rudimentario como efectivo, se ha hecho viral y ha despertado la admiración de miles de personas en redes sociales.

Las imágenes, publicadas en Instagram, muestran cómo este hombre ha colgado una botella en la copa de un árbol con ayuda de cuerdas que actúan como polea. Dentro de la botella introduce su teléfono móvil, que sube hasta la parte alta del árbol donde, como él mismo ha comprobado, por fin entra la señal. Una vez que el teléfono recibe los mensajes, lo baja, responde, y lo vuelve a subir para que se envíen.

No se trata de una historia de ficción ni de una escena cómica: es la muestra de cómo las dificultades del campo se enfrentan con creatividad y sentido práctico. El vídeo ha sido grabado en una zona rural de Salta, y aunque el protagonista no ha sido identificado, muchos usuarios se han sentido reflejados en su lucha diaria contra la falta de conexión en zonas apartadas.

Un problema común con una solución brillante

La falta de señal en el campo no es un problema exclusivo de Argentina. Muchos agricultores, ganaderos y habitantes de zonas rurales de todo el mundo padecen la incomunicación digital como una dificultad más de su día a día. Sin embargo, pocos llegan al nivel de este hombre, que ha logrado dar con una solución ingeniosa, barata y efectiva.

En vez de resignarse, ha adaptado su entorno a sus necesidades. No ha instalado costosos repetidores ni antenas improvisadas. Solo ha observado que en la copa del árbol su móvil consigue una o dos rayas de señal y ha ideado la forma de hacer que su teléfono suba hasta allí sin tener que escalar.

El procedimiento es sencillo pero requiere paciencia: sube el móvil, espera unos segundos a que descargue los mensajes, lo baja, responde a todos, y lo vuelve a subir para que los envíos salgan correctamente. Una técnica rudimentaria pero efectiva que le permite estar en contacto con sus familiares y amigos.

Cuando el ingenio sustituye a la tecnología

«Ingenio argentino», titula el vídeo viral, que ya acumula miles de reproducciones. Y no es para menos. En una época dominada por la tecnología, gestos como este recuerdan que el conocimiento del entorno, el uso de materiales simples y la voluntad de mantenerse comunicado pueden ser más valiosos que cualquier dispositivo de última generación.

La escena se desarrolla frente a un viejo tractor bajo una lona improvisada. El agricultor manipula con destreza las cuerdas, como quien maneja una grúa. El contraste entre lo rural y lo digital, entre el árbol y el WhatsApp, entre la botella y el teléfono inteligente, es tan impactante como enternecedor.

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