Su nombre es Paola Calasanz, pero popularmente se le conoce como Dulcinea. Esta escritora, directora de arte y muy conocida influencer ha sido una de las invitadas de ‘Salmones Podcast‘, donde ha explicado cómo aprendió a respetar a los cazadores.
«Soy anticaza, pero ya no señalo», ha comenzado presentándose ante los oyentes. Paola tiene 110.000 seguidores en su cuenta de Instagram y, además, es la fundadora de la Fundación Reserva Wild Forest, un «centro de recuperación de fauna salvaje no protegida».
La reflexión de esta popular anticaza
Ante los micrófonos de este podcast se ha abierto y ha dado a conocer algo de lo que había hablado en pocas ocasiones antes. «Una vez oí a un cazador americano que explicaba que él cazaba con flechas y que a lo mejor cazaba tres veces al año», ha continuado contextualizando.
Haciéndose eco de sus palabras, Paola ha asegurado que le escuchó decir lo siguiente: «Yo, con una flecha, mato un ciervo. Ese ciervo lo llevo a casa y me dura un año para mí y toda mi familia y no compramos más carne».
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«La persona que se compra un brócoli en un supermercado, para poder cultivarlo, se ha aniquilado una hectárea de campo donde antes había mucha biodiversidad de insectos, ranas, pájaros poniendo pesticidas y herbicidas. Para un brócoli, que dura una comida, han matado millones de vidas, pero como no es un ciervo no duelen tanto», ha terminado respecto a las palabras de ese cazador americano.
A esa reflexión es a la que esta anticaza le atribuye el logro de haber comenzado a respetar la figura de los cazadores. «Hice como un clic de decir ‘yo no voy a cazar porque yo me muero, pero quizá nada es blanco o negro», ha concluido confesando Paola.