La Cueva de Vanguard, que forma parte del complejo de Gorham -un conjunto de cuevas ubicadas en el Peñón de Gibraltar-, ha proporcionado una vez más a los arqueólogos una valiosa información sobre los neandertales que habitaron esta región.

Cada descubrimiento realizado en esta cavidad ha redefinido nuestra percepción de estos homínidos, revelando una complejidad y adaptabilidad que antes ni siquiera se sospechaba. Los artefactos encontrados en la cueva sugieren que los neandertales poseían habilidades para fabricar herramientas de piedra bastante sofisticadas, lo que implica un alto nivel de conocimiento y planificación.

En esta ocasión un equipo de arqueólogos ha desenterrado una pieza crucial, fechado entre 67.000 y 60.000 años atrás: el lar u hogar, una estructura que demuestra su capacidad para manipular el fuego y fabricar alquitrán a partir de plantas.

Alquitrán para fabricar armas de caza

Los neandertales, a menudo considerados más primitivos que el Homo sapiens, nos han sorprendido una vez más con su capacidad para realizar tareas que antes se creían exclusivas de nuestra especie. Una de estas hazañas es la producción de alquitrán, un material complejo que requiere un proceso químico y conocimientos avanzados.

Según el estudio publicado en Quaternary Science Reviews, el hogar estaba destinado a producir alquitrán, un adhesivo crucial para unir herramientas de piedra a mangos de madera. La evidencia química encontrada en los restos incluye compuestos de plantas resinosas, cenizas microscópicas y restos de madera quemada, compatibles con la producción de alquitrán.


Los neandertales también guardaban sus trofeos de caza: este hallazgo de hace 40.000 años en Madrid lo demuestra


De estos restos, los investigadores han deducido cómo pudo haber sido el proceso. Los neandertales recolectaban hojas de jara pringosa (Cistus ladanifer) cuyas ramas y hojas están impregnadas de una sustancia pegajosa y olorosa llamada ládano. Estas hojas se colocaban en el hogar, cubiertas con capas de arena y guano para crear un ambiente casi sin oxígeno.

A continuación, encendían hierbas secas y arbustos para generar el calor necesario, sin permitir que el fuego consumiera por completo el material vegetal. Tras varias horas de calor controlado, el alquitrán se acumulaba en el fondo. Este producto era un material invaluable para los neandertales, ya que les permitía unir herramientas más eficientes y duraderas que luego utilizaban en actividades cotidianas y de supervivencia como la caza.

Implicaciones de este descubrimiento

El hecho de que los neandertales pudieran producir alquitrán tiene importantes implicaciones para nuestra comprensión de esta especie. Demuestra que poseían habilidades cognitivas avanzadas ya este proceso requería una planificación cuidadosa, control del fuego y conocimientos sobre las propiedades de los materiales. Por otro lado, para dominar esta técnica, los neandertales debían haber transmitido sus conocimientos de generación en generación, lo que apunta a una cierta complejidad cultural.

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