La campaña de recolección de la aceituna ha comenzado en Sevilla bajo la vigilancia estrecha de la Guardia Civil. Los agentes han puesto en marcha varios dispositivos que han permitido frenar varios intentos de robo en fincas de olivar de municipios del Aljarafe como Espartinas, Almensilla, Bormujos y Benacazón. Gracias a la cooperación de agricultores y guardas rurales, la operación se ha saldado con detenciones, investigaciones y la incautación de 30 toneladas de fruto.
El despliegue se enmarca en los planes de prevención habituales durante la recogida, un periodo en el que aumentan los intentos de sustracción de aceituna y maquinaria agrícola. La coordinación con los servicios de guardería de campo y los agricultores fue clave para dar con los ladrones y frenar su actividad. Esta colaboración, unida a la intensificación de controles, ha resultado determinante para anticiparse a los delitos y mitigar su impacto económico en la zona.
Primeras actuaciones contra el fraude
El primer golpe de la operación se produjo en septiembre, antes incluso del inicio de la campaña. Los agentes descubrieron una compraventa fraudulenta de diez vareadoras y otra maquinaria, valorada en 18.000 euros, mediante una estafa bancaria en Aznalcázar. Los autores habían usado documentación falsificada para llevar a cabo la operación. Tras la investigación, fueron detenidas dos personas y otras tres quedaron bajo investigación en la localidad de Cantillana.
Semanas más tarde, al comenzar la recolección de la aceituna de mesa, se intensificaron los controles en el Aljarafe. El Equipo Roca, con el apoyo de patrullas de Seguridad Ciudadana, desplegó varios dispositivos que permitieron interceptar a seis personas cuando trataban de huir con aceitunas sustraídas. El fruto fue recuperado y devuelto a sus propietarios gracias a la colaboración directa con agricultores y guardas rurales, que alertaron de los movimientos sospechosos en varias fincas.

Inspecciones en puestos de compra
La operación no se limitó al campo. También se llevaron a cabo inspecciones en puntos de compra de Pilas y Sanlúcar la Mayor, donde la Guardia Civil inmovilizó 30.000 kilos de aceitunas. Los establecimientos carecían del Documento de Acompañamiento de Transporte (DAT), imprescindible para acreditar la trazabilidad del producto. El caso fue trasladado a la Oficina Comarcal Agraria para la correspondiente sanción administrativa.
Los agentes han anunciado que continuarán con los controles durante toda la campaña, reforzando la vigilancia en las fincas y en los centros de compra. La estrecha coordinación con agricultores y guardas rurales se mantiene como una de las claves para frenar el fraude y garantizar la legalidad en el proceso de recolección.








