En una reciente operación llevada a cabo por la Guardia Civil, específicamente por el equipo de la Intervención de Armas y Explosivos en Cáceres, se ha procedido a la eliminación de mil armas. Estas habían sido acumuladas en diversas intervenciones de armas de la provincia. Llama la atención que a lo largo de los años, se ha observado un aumento significativo en la cantidad de armamento desmantelado en esta comandancia. Desde el año 2007 hasta el presente 2024, se estima que aproximadamente 12.000 armas han sido desactivadas y retiradas de circulación.

La mayoría son escopetas

La variedad de armas transformadas en metal inservible es amplia. Incluye aquellas escopetas de caza de posesión privada cuyos dueños han requerido su destrucción voluntaria, así como las que han sido objeto de una orden de destrucción emitida por autoridades judiciales o administrativas.

También se cuenta el armamento que, tras exceder el tiempo máximo permitido para su depósito, ha sido entregado a la Guardia Civil, y las armas que han sido clasificadas como prohibidas por no cumplir con las normativas de identificación, como la falta de marcas, números de serie o sellos de un banco oficial de pruebas, tal y como dicta el Reglamento de Armas.

El conjunto de armas desmanteladas alcanzó un peso total de 2,6 toneladas. La mayoría de estas eran escopetas de caza, aunque también se incluyeron en menor cantidad otros tipos de armas como rifles, carabinas, pistolas, revólveres, armas de aire comprimido, detonadoras, armas blancas y otras categorías.

Algunas de las escopetas destruidas. © Guardia Civil.

La Guardia Civil fotografía las armas de caza en circulación

La Guardia Civil emprendió en el año 2015 un proyecto masivo para fotografiar todas las armas de fuego en circulación en nuestro país. De esta forma, cuando los cazadores, tiradores y resto de usuarios de armas de fuego acuden a su  intervención de armas para renovar su permiso de armas, los agentes toman unas imágenes de las mismas.


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De esta manera, los datos de cada una se incorporan a un Registro Nacional de Armas (RNA) en el que cada pieza cuenta con un archivo detallado que incluye el tipo, marca, modelo, calibre y número de serie. Además, cualquier modificación o transformación del arma debe ser documentada.