Las autoridades sanitarias del País Vasco han confirmado este 4 de agosto un foco de gripe aviar de alta patogenicidad en un centro de recuperación de fauna salvaje ubicado en el municipio vizcaíno de Gorliz. Se trata del primer foco de H5N1 en aves cautivas detectado en España en lo que va de 2025. El origen del brote está vinculado a una gaviota patiamarilla (Larus michahellis) que fue encontrada moribunda el pasado 11 de julio en la costa de Santurtzi y trasladada ese mismo día al centro afectado, falleciendo a las pocas horas. Lo que parecía un caso aislado ha terminado desencadenando una alerta sanitaria de gran calado, obligando al sacrificio de todos los animales del centro, incluidos ejemplares de especies protegidas y en recuperación.
La sospecha inicial fue asumida con rigor por los Servicios Veterinarios Oficiales del País Vasco, que enviaron muestras al laboratorio autonómico Neiker. Tras dar positivo por PCR genérica, los análisis fueron remitidos al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, organismo nacional de referencia, que confirmó la presencia del virus de alta patogenicidad H5N1. Aunque en un primer momento se decretó el sacrificio de las 17 aves que compartían instalación con la gaviota infectada, las pruebas confirmaron también la presencia del virus en esos ejemplares, lo que llevó a declarar el centro como foco oficial de gripe aviar en aves cautivas.

Una zona de vigilancia que afecta a 246 explotaciones
Este tipo de brotes, aunque más comunes en explotaciones avícolas, son especialmente graves cuando afectan a centros de recuperación de fauna salvaje, ya que concentran una gran diversidad de especies, muchas de ellas vulnerables, y representan un posible puente de transmisión entre la fauna silvestre, los animales en cautividad y, en el peor de los casos, los entornos domésticos. Por ello, las medidas adoptadas han sido contundentes y se ajustan al Reglamento Delegado (UE) 2020/687, que regula la gestión de enfermedades animales altamente contagiosas.
Se ha establecido una zona de protección de tres kilómetros en torno al foco y una zona de vigilancia que se extiende hasta los diez kilómetros, en la que quedan incluidas 246 explotaciones avícolas, la mayoría de autoconsumo, aunque nueve de ellas superan las cincuenta aves censadas. Todas ellas han quedado inmovilizadas desde la confirmación del brote, al igual que la explotación afectada, que ya estaba bloqueada desde que se detectó la sospecha inicial. Además, se ha prohibido la presencia de aves en ferias, mercados y otros eventos, y se ha ordenado el confinamiento de todas las aves, tanto en granjas comerciales como en instalaciones domésticas, para evitar el contacto con ejemplares silvestres.
Las autoridades han decretado el sacrificio de todas las aves del centro de Gorliz y la destrucción de cadáveres, piensos, camas y materiales que pudieran estar contaminados, bajo supervisión oficial y conforme a la normativa SANDACH. También se ha reforzado la vigilancia sobre los mamíferos que permanecen en las instalaciones, ante el riesgo de transmisión interespecífica.
El virus se sigue extendiendo por España
El caso de Gorliz se suma a otros ocho focos detectados este año en España, todos ellos localizados en aves silvestres, salvo dos en explotaciones de corral de Extremadura y Castilla-La Mancha. En los últimos días, también se ha informado de la detección de H5N1 en un cisne hallado muerto en el municipio cacereño de Arroyo de la Luz y en varios patos salvajes encontrados en Navas del Madroño, lo que demuestra que el virus sigue circulando de forma activa por el territorio nacional. La localización de estos casos es especialmente sensible en entornos donde la presencia de aves migratorias es abundante y en áreas cercanas a explotaciones ganaderas.

Qué hacer si encuentras un ave muerta o enferma
La influenza aviar es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta principalmente a aves, aunque en casos excepcionales puede transmitirse a mamíferos y, con baja probabilidad, a humanos. No obstante, las autoridades sanitarias recuerdan que no existe riesgo de contagio por consumo de carne de ave cocinada, huevos o productos avícolas correctamente tratados. Aun así, se insiste en que cualquier ave hallada muerta en el campo o con signos evidentes de enfermedad no debe tocarse bajo ningún concepto. La ciudadanía debe informar de inmediato a los Servicios Veterinarios Oficiales de su comunidad para que se active el protocolo de actuación. Esto es especialmente relevante en zonas de costa, humedales, lagunas y embalses, donde el contacto entre aves silvestres y domésticas puede facilitar la propagación del virus.
En el caso de explotaciones avícolas, tanto industriales como de autoconsumo, se recomienda vigilar síntomas como la reducción de la puesta, el descenso de consumo de pienso o agua, la presencia de animales apáticos o la aparición repentina de mortalidades anómalas. La detección temprana es clave para evitar que un foco localizado se transforme en un brote incontrolado con graves consecuencias sanitarias y económicas. También se ha recordado la importancia de extremar las medidas de higiene al entrar en instalaciones con aves, cambiar de calzado y ropa de trabajo, y mantener estrictamente separadas las zonas de contacto con aves silvestres y domésticas.
Para los profesionales del sector cinegético, ganadero o avícola o agentes medioambientales que se desplacen por entornos rurales, se recomienda estar atentos a cualquier animal enfermo o muerto. El Ministerio de Agricultura ha puesto a disposición de todos los interesados dos recursos clave: la sección informativa sobre influenza aviar disponible en su web y la Guía de Vigilancia Sanitaria en Fauna Silvestre, donde se detalla paso a paso el protocolo de actuación ante sospechas.








