El Laboratorio Nacional de Referencia de Algete ha confirmado la presencia del virus de la influenza aviar de alta patogenicidad (IAAP), subtipo H5N1, en una cigüeña común encontrada muerta en el Parque Natural de los Aiguamolls de l’Empordà, en la provincia de Girona. La detección se realizó a partir de unas muestras tomadas el pasado 11 de agosto, que ya habían dado positivo en los análisis preliminares del IRTA-CReSA.
Las autoridades autonómicas han subrayado que, aunque la normativa europea no exige medidas obligatorias en este tipo de casos, se ha decidido activar un dispositivo de prevención que incluye la delimitación de una zona de control de 3 kilómetros y una de seguimiento de hasta 10 kilómetros alrededor del hallazgo.
Medidas preventivas en la zona
Dentro de este perímetro se aplican las restricciones previstas en la Orden APA/2442/2006, que contemplan la prohibición de usar anátidas y limícolas como reclamo de caza, la cría conjunta de patos y gansos con otras especies de corral, y el mantenimiento de aves al aire libre sin sistemas de protección. También se limita el uso de agua no tratada accesible a aves silvestres y se veta la participación de aves domésticas en certámenes o exhibiciones.
Además, equipos veterinarios han llevado a cabo inspecciones en explotaciones avícolas cercanas para comprobar el estado sanitario de las aves y el cumplimiento de las medidas de bioseguridad. El cuerpo de Agentes Rurales, por su parte, ha intensificado la vigilancia en fauna silvestre con el fin de retirar rápidamente cadáveres que puedan favorecer la dispersión del virus.
Obligación de notificación inmediata
La Generalitat recuerda a los veterinarios y responsables de granjas que cualquier sospecha de gripe aviar debe comunicarse de forma inmediata a la Oficina Comarcal del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación. Entre los signos clínicos que deben activar la alerta figuran una reducción del consumo de agua o pienso superior al 20%, caídas en la puesta de huevos, incrementos anormales de mortalidad o la aparición de síntomas como tos, estornudos, anorexia o hemorragias.
Este caso se enmarca en el seguimiento continuo que realizan las autoridades sobre la circulación del virus H5N1 en aves silvestres en la península, un esfuerzo clave para minimizar riesgos tanto en la fauna como en las explotaciones avícolas.








