El Gobierno de Aragón ha confirmado recientemente varios casos de gripe aviar H5N1 en aves silvestres, principalmente grullas y gaviotas, dentro de un contexto de epidemia mundial que afecta a distintos continentes. Ante la inquietud generada entre los cazadores, la Federación Aragonesa de Caza (FARCAZA) ha difundido un mensaje de calma y una serie de recomendaciones prácticas para prevenir riesgos y colaborar en la vigilancia de la enfermedad.
La organización ha publicado en su página web un amplio documento informativo, acompañado de una entrevista con tres especialistas de referencia: Christian Gortázar, catedrático de Sanidad Animal en la Universidad de Castilla-La Mancha; Juan José Badiola, director honorario del Centro de Enfermedades Transmisibles Emergentes de la Universidad de Zaragoza; y Nicolás Urbani, veterinario y director técnico de FARCAZA. Todos coinciden en que el riesgo para las personas y la fauna cinegética es muy bajo, aunque recomiendan extremar las medidas de precaución.
Una enfermedad con amplia distribución
La gripe aviar —también conocida como influenza aviar— es un virus altamente contagioso entre aves domésticas y silvestres. Existen cepas de baja y alta patogenicidad, siendo estas últimas las que generan los principales brotes. En España, desde hace años se mantiene un programa nacional de vigilancia para detectar precozmente la presencia del virus y controlar su expansión.
Los expertos recuerdan que los virus se transmiten a través de las heces y secreciones respiratorias de las aves infectadas, y que algunas especies pueden actuar como portadoras asintomáticas, transportando el virus a grandes distancias a lo largo de sus rutas migratorias. En este contexto, los humedales y zonas de paso de aves acuáticas son los entornos de mayor riesgo.
El papel de los cazadores como centinelas
Desde FARCAZA se subraya la importancia de los 40.000 cazadores aragoneses como «ojos en el campo» para detectar posibles focos de enfermedad. Si un cazador encuentra un ave muerta o con síntomas, no debe tocarla; debe geolocalizarla y comunicarlo a la Oficina Comarcal Agroambiental o a los Agentes de Protección de la Naturaleza. También se recomienda evitar, temporalmente, la caza de aves acuáticas en zonas húmedas para no dispersar ejemplares infectados.
La federación recuerda además que sigue en vigor la prohibición del uso de señuelos vivos de las órdenes Anseriformes y Charadriiformes hasta el 28 de febrero de 2026, medida adoptada por el Gobierno de Aragón para reducir riesgos de contagio.
Recomendaciones básicas y consumo seguro
FARCAZA aconseja a los cazadores lavar los perros y limpiar los vehículos tras la jornada de caza, cambiarse de ropa y reforzar la higiene personal. En el caso de avicultores que también sean cazadores, se recomienda extremar la bioseguridad antes de volver a sus explotaciones.
En cuanto al consumo de aves cazadas, los expertos apuntan que no existen riesgos si los animales presentan un comportamiento normal y se cocinan adecuadamente. «La cocción a más de 70 grados inactiva por completo el virus», recuerdan. También insisten en manipular las piezas con guantes y desinfectar los utensilios usados durante el faenado.
Sin relación con la perdiz roja
La federación aclara que no hay evidencia de que la gripe aviar esté detrás de las variaciones observadas en la población de perdiz roja en temporadas anteriores. Los factores meteorológicos, agrícolas o de depredación son los más probables responsables. Además, el estudio serológico realizado en la temporada 2024-2025 por la Facultad de Veterinaria de Zaragoza confirma que todas las muestras de perdiz analizadas han sido negativas al virus de la influenza.








