Zaragoza está a punto de convertirse en un referente nacional en conservación de fauna salvaje. A pocos kilómetros del casco urbano, en el entorno sur de la capital, se pondrá en marcha un proyecto para la reintroducción del lince ibérico, una especie clave para el equilibrio ecológico y ausente de Aragón desde la segunda mitad del siglo XX.
La iniciativa se desarrollará en la finca Acampo Armijo, situada junto al Parque Tecnológico del Reciclado y la Z-40, y cuenta ya con un convenio de colaboración publicado en el Boletín Oficial de Aragón. El acuerdo sienta las bases para que los primeros ejemplares puedan comenzar su fase de aclimatación en cercados específicos antes de su liberación definitiva.
No se trata de un proyecto aislado. Aragón se ha incorporado oficialmente al programa nacional de conservación del lince ibérico, coordinado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que ha aprobado la llegada de ocho ejemplares, cuatro machos y cuatro hembras, procedentes del programa de cría en cautividad.
Un proyecto pionero en el entorno de Zaragoza
Con esta actuación, Zaragoza pasará a ser la primera gran ciudad española cuyo entorno inmediato acoge una reintroducción de lince ibérico. La zona elegida forma parte de la cuenca del Huerva, un territorio de más de 27.000 hectáreas con alta disponibilidad de hábitat y una notable densidad de conejo, su principal presa.

El Gobierno de Aragón asumirá la construcción y mantenimiento de los cercados de liberación, así como el seguimiento de los animales mediante fototrampeo, censos y vigilancia especializada. También se encargará del control de las poblaciones de presas y del seguimiento posterior a la suelta.
Por su parte, los responsables de la finca pondrán a disposición sus terrenos y facilitarán el acceso a los equipos técnicos. Ambas partes crearán una comisión mixta de seguimiento, que supervisará el desarrollo del proyecto durante los próximos cuatro años.
La selección de esta zona ha sido avalada por el grupo de trabajo del lince ibérico y se ajusta a los criterios del proyecto europeo LIFE Lynxconnect, que impulsa nuevas poblaciones reproductoras en la mitad norte de la península.
Recuperación ecológica y consenso territorial
El proyecto cuenta con un respaldo social poco habitual. Los 16 municipios de la cuenca del Huerva han apoyado de forma unánime la reintroducción, tras un proceso participativo desarrollado en los últimos meses. Este consenso fue determinante para descartar otras ubicaciones iniciales, como la sierra de Alcubierre, en Los Monegros.
Además del valor ambiental, la llegada del lince supone una oportunidad para reforzar la biodiversidad y el equilibrio de los ecosistemas. Como superdepredador, el lince regula las poblaciones de conejo y de mesodepredadores como el zorro, con efectos positivos sobre especies como la perdiz roja.
La experiencia acumulada en otras comunidades demuestra que la reintroducción del lince no implica restricciones sobre los usos agroganaderos ni sobre los aprovechamientos cinegéticos existentes, un aspecto que ha sido tenido en cuenta en el diseño del proyecto.
Con esta iniciativa, Aragón se suma a uno de los mayores éxitos de conservación de fauna en Europa. En 2024, la población total de lince ibérico en España y Portugal alcanzó los 2.401 individuos, consolidando una recuperación que ahora da un nuevo paso en el valle del Ebro.








