El anuncio de dos nuevos sistemas de precintado electrónico en España ha generado confusión entre los cazadores. Por un lado, el Precinto Electrónico de Caza (PDC) de la Fundación Artemisan y, por otro, el precinto electrónico de Castilla y León (CAPTURCYL). Ambos proyectos han sido presentados en el mismo periodo, lo que ha llevado a interpretaciones erróneas sobre su origen y objetivo. Ante esta situación, la Fundación Artemisan ha querido aclarar cualquier malentendido y explicar las diferencias entre ambos sistemas.

Además, ha remitido a la Junta de Castilla y León una serie de propuestas para mejorar la implantación del precinto digital de esta comunidad autónoma. Entre sus medidas destacan un periodo de transición de cinco años y el aumento en un 50% de los precintos de corzo para el control de machos jóvenes y selectivos.

Un precinto para recuperar la caza de la tórtola

El Precinto Electrónico de Caza (PDC) de Fundación Artemisan se ha desarrollado en colaboración con el Ministerio de Agricultura, Pesca y Ganadería (MAPA) con un objetivo muy concreto: posibilitar la recuperación de la caza de la tórtola común. La Unión Europea había impuesto tres condiciones fundamentales para levantar la moratoria sobre esta especie: demostrar una tasa de crecimiento positiva, evidenciar un aumento de la población durante al menos dos años y disponer de un sistema fiable para el control de capturas.

Desde 2019, la Fundación Artemisan ha trabajado en el Plan Integral de Recuperación de la Tórtola Europea (PIRTE) junto con las federaciones de caza y Mutuasport. Como parte de este esfuerzo, se diseñó una plataforma digital que permite registrar las capturas de manera fidedigna. Gracias a este sistema, la UE ha levantado la moratoria, permitiendo a España cazar aproximadamente 104.000 tórtolas en esta temporada, lo que representa más del 80% del cupo total asignado a la ruta migratoria occidental.

Pruebas y colaboración con las CCAA

La implantación de cualquier herramienta digital presenta desafíos, especialmente en el ámbito rural. Por ello, la Fundación Artemisan llevó a cabo pruebas de campo en Extremadura, Madrid y Castilla-La Mancha desde 2022, utilizando el precinto electrónico con especies como la paloma torcaz. Estas pruebas permitieron corregir errores y optimizar el sistema antes de su implementación definitiva en la media veda de 2025.

Desde diciembre pasado, Artemisan ha ofrecido el PDC a diversas comunidades autónomas de manera gratuita. Ocho regiones ya han mostrado interés en la iniciativa y han solicitado formación para garantizar su correcta aplicación. La fundación destaca que, para mantener la caza sostenible de especies migratorias como la tórtola, la codorniz o el zorzal, es fundamental recopilar más datos a través de proyectos como el Observatorio Cinegético, Coturnix y Zorzales.

La situación en Castilla y León

Un cazador coloca un precinto de corzo en Castilla y León durante la pasada temporada.
Un cazador coloca un precinto físico de corzo en Castilla y León durante la pasada temporada. © Israel Hernández

Por otro lado, la Fundación Artemisan deja claro que no ha participado en el desarrollo ni en la implementación del sistema CAPTURCYL de Castilla y León. Este precinto, promovido por la administración autonómica, será obligatorio para todas las especies cinegéticas de caza mayor. La imposición de su uso ha generado inquietud entre los cazadores, especialmente con la inminente apertura de la temporada de especies como el corzo o el macho montés.


El 86% de los cazadores rechaza el nuevo precinto digital impuesto por la Junta de Castilla y León


Desde Artemisan consideran que cualquier cambio en la regulación debe realizarse con suficiente antelación, acompañado de la formación necesaria para facilitar la adaptación. Además, recomiendan la implantación de un sistema mixto durante varios años para permitir una transición progresiva y evitar que los cazadores queden en desventaja por la falta de familiaridad con el nuevo procedimiento.

Propuestas de Artemisan para mejorar la implantación

La Fundación Artemisan se ha mostrado a favor del sistema de precintado electrónico, como el que tienen Francia, Alemania o los EE.UU., «principalmente porque es una herramienta imprescindible para recuperar y mantener la caza de algunas especies y muy importante en la lucha contra el furtivismo».

Destacan que «los trámites electrónicos se están imponiendo en todos los trámites burocráticos con las diferentes administraciones públicas. Pero cualquier modificación debe contar con el tiempo necesario para que su implantación sea un éxito y para que ningún cazador se quede atrás». En todo caso, añaden, «la implantación de un sistema de estas características debe garantizar que se preserven los derechos de los cazadores y ofrecer un periodo transitorio de varios años donde ambos sistemas sigan vigentes». 

Por todo ello y dada la inmediatez del inicio de la temporada de varias especies cinegéticas de caza mayor, y con el objeto de no poner en riesgo su desarrollo, Fundación Artemisan ha solicitado a la Junta de Castilla y León que sean tenidos en cuenta los siguientes aspectos y, si fuera necesario, que se proceda a la modificación de la aplicación digital, e incluso de la Orden MAV/258/2025 de 12 de marzo y su posterior Resolución de 19 de marzo:

  1. Que exista un periodo transitorio de cinco años en el que convivan los dos sistemas (digital y precintos físicos).
  2. Que se respete el derecho de los cazadores a la intimidad y privacidad y en todo caso se cumplan las leyes de protección de datos.
  3. Que el titular del coto o el adquirente de los derechos de caza puedan ceder el precinto a otro cazador a través de un trámite electrónico sin tener que desvelar el nombre u otros datos del cazador. El portador de ese precinto electrónico estará autorizado a cazar en ese coto durante los días en los que haya sido autorizado, bastando la presentación del precinto digital como prueba de autorización en dicho coto. Dicho de otro modo que el sistema informático permita la cesión de precintos entre cazadores. Es muy habitual en las especies de caza mayor, que un cazador ceda uno o varios precintos a un familiar, amigo o cliente; incluso es posible que no le acompañe en la jornada de caza. Por ese motivo, el titular del coto no puede estar emitiendo autorizaciones en la aplicación digital a los diferentes cazadores que se puedan sumar por invitaciones a lo largo de la temporada cinegética.
  4. Que los datos de los cazadores que han abatido las piezas de caza, solo puedan ser visualizados por el titular del coto. De este modo, la Junta de Castilla y León tendría acceso a los datos facilitados por este último, donde se reflejarán el total de animales abatidos en cada momento, pero no quién ha efectuado la acción de caza. 
  5. Que sea opcional realizar las fotografías de las piezas de caza abatidas y volcarlas en la aplicación, pero no obligatorio. Esta medida se propone con el objeto de preservar la privacidad de un cazador que ha adquirido mediante compra, contrato o subasta un coto de caza o unos precintos de cualquier especie de caza mayor.
  6. Que la Junta de Castilla y León, directamente, adjudique esta misma temporada un incremento a todos los cotos de caza de, al menos, un 50% de los precintos actuales para la caza de machos jóvenes o selectivos de la especie corzo. Es una medida propuesta en base al incremento y expansión de una especie en la que se ha sido desde las administraciones públicas, en general, muy poco flexible a la hora de elevar los cupos.

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