Las federaciones de caza y las Intervenciones de Armas y Explosivos de Zona de la Guardia Civil han mantenido esta mañana en Madrid una reunión de trabajo que, dicho en pocas palabras, buscaba algo tan simple como complicado: que todos apliquen el Reglamento de Armas del mismo modo y no haya interpretaciones distintas según la comunidad autónoma de turno.

El encuentro, que se celebró en la sede de la Asociación Pro-Huérfano de la Guardia Civil, estuvo dirigido por el coronel jefe del ICAE y contó con la presencia de Josep Escandell, presidente de la Real Federación Española de Caza (RFEC) y varios presidentes de las federaciones autonómicas de caza. Allí se puso sobre la mesa lo que muchos cazadores vienen reclamando desde hace años: que en algunos puntos el Reglamento es demasiado abierto y acaba generando dudas, incluso inseguridad jurídica, porque no siempre se interpreta igual.

A lo largo del día se han organizado varios grupos de debate, mesas temáticas en las que han participado tanto los representantes de la Guardia Civil como de las federaciones. En prácticamente todas las intervenciones se ha repetido la misma idea: la necesidad de remar en la misma dirección. Hay que destacar el ambiente fue bastante constructivo y de colaboración, algo que ha ayudado a plantear soluciones concretas y a buscar un marco normativo más claro, menos sujeto a la interpretación particular de cada zona.

La clausura de la jornada corrió a cargo del coronel jefe del ICAE y del presidente de la RFEC, quienes coincidieron en la importancia de mantener este tipo de foros. Subrayaron que, sin diálogo continuo, es difícil garantizar tanto la seguridad ciudadana como el futuro de la caza en España. Incluso dejaron caer la posibilidad de formalizar convenios de colaboración y de abrir mesas de trabajo permanentes para distintos temas.

Foto de familia tras la reunión.
Foto de familia tras la reunión. © RFEC

Custodia de armas y digitalización, en el centro del debate

La primera mesa giró en torno a la colaboración entre las intervenciones de armas y las federaciones de caza, con especial hincapié en la formación y en mejorar la comunicación. La segunda se centró en las instalaciones de tiro y la necesidad de protocolos claros que aporten seguridad jurídica en cuestiones como las tiradas sociales o la calibración de armas.

La tercera abordó la custodia de armas, donde se vio claramente que hacen falta directrices más concretas que ayuden tanto a los cazadores como a los agentes. La cuarta se dedicó a analizar cómo adaptar el Reglamento al contexto actual, con consenso en regular el uso de dispositivos auditivos y en revisar herramientas de uso frecuente como el calibre .22, los moderadores de sonido o los visores térmicos, que en los últimos años se han generalizado en la actividad cinegética.

Por último, se sentaron unas bases mínimas para mantener abiertas líneas de cooperación que permitan afrontar las cuestiones que la propia Intervención Central de Armas y Explosivos ha marcado como prioritarias. Entre ellas, destacan los riesgos derivados de que un mismo usuario acumule un número muy elevado de armas o el auge de las llamadas armas tácticas, que generan preocupación en materia de seguridad.

La RFEC, por su parte, ha insistido en avanzar cuanto antes en la digitalización y automatización de trámites como la renovación de la documentación de las armas, y en la necesidad de hacer más fácil la incorporación de nuevos cazadores y deportistas, flexibilizando las condiciones de acceso a las armas pero siempre en un entorno que ofrezca garantías de seguridad.

Síguenos en discover

Sobre el autor