La polémica en torno al precintado digital obligatorio continúa. Después del lanzamiento de una recogida de firmas contra la implantación de la aplicación CapturCYL, la Federación de Caza de Castilla y León ha hecho pública una nota aclaratoria para matizar su postura. El comunicado deja claro que la entidad no está en contra del uso de sistemas digitales, sino de la forma unilateral en la que la Junta los ha impuesto.

Según la Federación, la administración autonómica ha actuado sin diálogo ni planificación, generando confusión entre los cazadores, especialmente entre los más veteranos o quienes carecen de acceso o conocimientos tecnológicos suficientes para utilizar un teléfono inteligente en el campo.

Apoyo a la digitalización, pero con condiciones

«La Federación de Caza de Castilla y León no se opone a un sistema digital», asegura el comunicado, recordando que la entidad ha colaborado en la elaboración de tutoriales, instrucciones de uso y mejoras en versiones de prueba de la aplicación. Sin embargo, subraya: «Nos oponemos, y con toda nuestra fuerza, a la forma en que se ha impuesto este sistema», así como «a que no haya una alternativa fiable para las personas que no sepan manejar un Smartphone».

La nota denuncia que la Junta intentó aplicar el sistema tanto en caza mayor como menor, obligando a comunicar cada captura «justo después de cada lance» mediante el móvil. Para la Federación, esta medida resulta «inviable» en determinadas modalidades, como la caza en mano, donde detenerse a registrar una captura puede perjudicar el desarrollo de la jornada o incluso poner en riesgo la seguridad de los participantes.

Cazador colocando un precinto de Castilla y León.
Cazador colocando un antiguo precinto de Castilla y León. © Israel Hernández

Acuerdos incumplidos y alternativas

El texto recuerda que la Federación exigió excluir temporalmente la caza menor del sistema, algo que finalmente aceptó la Administración. También explica que, ante la inminente apertura del periodo del corzo, se acordó implantar una autorización en papel como alternativa provisional al precinto físico.

Sin embargo, denuncia que en la apertura del resto de especies de caza mayor la Junta incumplió los acuerdos, imponiendo nuevamente el sistema digital y dejando como única opción el sistema analógico, «de muy difícil implantación en cacerías colectivas como monterías y ganchos». Esta situación ha generado, según la Federación, problemas legales y logísticos para los cazadores que deben transportar piezas abatidas sin contar con un justificante inmediato de legalidad.

La organización insiste en que no se trata de un rechazo a la modernización, sino de una cuestión de igualdad y accesibilidad. Pide que el sistema digital no se aplique a la caza menor, que su implantación sea paulatina y voluntaria, y que la Administración promueva cursos de formación para cazadores, gestores y guardería antes de generalizar su uso.

Exigen lealtad institucional y consenso

Entre las reclamaciones dirigidas a la Junta de Castilla y León, la Federación destaca la necesidad de garantizar el acceso a los datos digitales a los Servicios Territoriales de Medio Ambiente, para que puedan resolver errores y gestionar correctamente las capturas. Reclaman además «lealtad en los acuerdos tomados» y mayor colaboración en el desarrollo del sistema.

«La Federación se ofrece a la Administración para acordar cómo implantar el sistema, colaborar en la formación de los cazadores y en la subsanación de fallos», asegura el comunicado. Finalmente, la organización llama a los cazadores a unirse en la recogida de firmas, subrayando que su objetivo no es frenar el progreso tecnológico, sino evitar que los mayores y las personas alejadas del entorno digital queden excluidos del ámbito cinegético.

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