El hombre se encontraba realizando tareas de desbroce en una finca cuando sufrió la picadura. Aunque ya le había picado en tres ocasiones este insecto, normalmente se recuperaba tras inyectarse adrenalina. Pero esta vez no pudo ser.
7/6/2019 | Redacción J yS
Un hombre de 32 años al que le picó una avispa asiática la semana pasada en el municipio asturiano de San Tirso de Abres ha fallecido. Los servicios sanitarios no han podido salvar su vida, ya que era alérgico a la picadura de estos insectos.
El joven se encontraba haciendo las labores de mantenimiento de una finca, desbrozando concretamente, cuando sufrió la picadura. Según informa el diario El Comercio, poco después de sufrir la picadura se dirigió inmediatamente a su casa para inyectarse adrenalina y contrarrestar sus efectos. Sin embargo, esta vez acabó por desmayarse. Según relata su hermano al mismo medio, ya había sufrido tres veces picaduras de este tipo de insecto pero, normalmente, tras inyectarse la adrenalina y sufrir algún mareo, se recuperaba.
Tras lo ocurrido fue trasladado al centro de salud y, posteriormente, al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, donde ha fallecido. Fue la propia víctima la que indicó, antes de desvanecerse, que se trataba de una avispa asiática porque «era negra y naranja», según explicó antes de perder el conocimiento.
La especie invasora –Vespa velutina- ha registrado un notable incremento a lo largo de los últimos años en distintos municipios asturianos. En su fase de adulto tienen un tamaño que oscila entre los 17 y los 35 milímetros.
Su cabeza es negra y la cara de color naranja, el tórax y la mayor parte del abdomen también de color negro, a excepción del cuarto segmento de este, que es naranja. El resto del cuerpo es negro con una fina línea naranja.
Un jubilado gallego fabrica «munición» que acaba con la avispa asiática
Un vecino jubilado de Tomiño, en Pontevedra, ha diseñado su propio método para acabar con las peligrosas avispas velutinas. Lo hace a tiros. Sí, has leído bien. Pero no utiliza munición comercial.
Con una carga que él mismo fabrica dispara a los nidos de estos peligrosos insectos y, según afirman los vecinos de su pueblo, funciona. Por el momento ya ha sido capaz de acabar con más de 300 nidos.
El «antídoto» definitivo se trata de un concentrado a base de miel y un antiparasitario de los que se emplean para acabar con las pulgas de los perros. En vez de inyectarlo al nido directamente, se lo dispara con una escopeta de aire comprimido evitando así el peligro de tener que acercarse a las avispas.
Los insectos, atraídos por la miel que aplica en la munición, entran en contacto con el antiparasitario en el que también impregna sus proyectiles, de modo que consigue a los pocos días que mueran todas las avispas. Te lo mostramos en este vídeo.