El pasado domingo, los monteros Mario Fernández (@cazadordelnorte en Instagram y Facebook) y Juan Viñas, vivieron una experiencia extrema durante una batida en Campo de Caso (Asturias). La jornada, que prometía ser una más de tantas, se convirtió en una auténtica odisea marcada por la adrenalina, la valentía de los perros y la ferocidad de un corpulento jabalí.
La mañana comenzaba de manera habitual, con los canes siguiendo el rastro de varios jabalíes. El problema empezó cuando los perros de Bernardino, Luis y Ashley levantaron los animales. La atención se centró entonces en una perra rabona que llamaba a parado en una riega, limpia de maleza, donde a priori parecía imposible que tuviera ningún jabalí. Lo que se encontraron al llegar a ella, superó todas las expectativas. Un jabalí de gran tamaño había parado su carrera para hacer frente a la perra con una agresividad inusitada. A pesar de los gritos con los que los cazadores intentaban ahuyentarlo, el animal se mostraba implacable.
La situación se complicó aún más con la llegada del resto de los perros. «Al cortar el levante dejaron las demandas viejas que llevaban. Ahí fue cuando se formó el caos y dejé de grabar», recuerda Mario. Los monteros se vieron obligados a intervenir, poniendo en riesgo su integridad física para salvar a sus perros. «Conseguimos coger cada uno un perro de los nuestros, los amarramos como pudimos y fuimos a coger más pero la cosa se puso aún peor», narra Fernández.
El suido arremetió contra ellos, obligando a Juan a subirse a un árbol para evitar una embestida. «Yo recorté al jabalí gracias a un tocón que había y menos mal que un perro es ese momento le agarró por atrás y se volvió a él, porque estaba dando vueltas al tocón intentando cogerme», cuenta Mario. Consiguieron alejarlo varios metros pero el animal no cejaba en su empeño de apuñalar a los perros e ignoraba las voces de los monteros. Mientras avisaban por la emisora de que necesitaban un arma, el animal arrancó monte abajo y el puesto más cercano logró darle caza. La victoria, sin embargo, tuvo un alto precio: tres de los perros resultaron heridos y tuvieron que ser atendidos de urgencia.
«Dejé de grabar, y fuimos capaces de coger otros dos perros más. El jabalí se tiró abajo y consiguieron abatirlo, dejando heridos a los tres perros que no fuimos capaces de coger», lamenta el montero.