Ayer saltaba la noticia: el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía abría la puerta a recuperar la caza de la tórtola en Andalucía tras reconocer las acciones de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente en el marco del plan de acción internacional para la conservación de la tórtola europea 2018-2028. Esto incluye la implementación del Plan de Caza Adaptativa de la Tórtola, comprometido con la Federación Andaluza de Caza mediante el Pacto Andaluz por la Caza.

Hay que recordar que la moratoria a la caza de la tórtola (Streptopelia turtur) en España comenzó en 2021, cuando la Comisión Europea instó a los estados miembros a adoptar medidas para proteger a la tórtola europea debido a su disminución poblacional. En respuesta, España implementó un «cupo cero» de capturas, prohibiendo efectivamente la caza de esta especie en todo el país.

Sin embargo, los estudios de seguimiento poblacional ya han reflejado un aumento poblacional de la especie en la ruta migratoria occidental, lo que podría llevar a la Comisión Europea a autorizar un cupo reducido y controlado de capturas para futuras temporadas, bajo los criterios de sostenibilidad del Plan de Caza Adaptativa.

¿En qué cotos se podrá cazar la tórtola?

En primer lugar hay que esperar a que la Comisión Europea autorice su caza. Estamos cerca de ello, pero aún no se ha vuelto a dar luz verde a su aprovechamiento cinegético. Ese es el primer paso para que los cazadores andaluces (y de toda España) puedan salir al monte a cazarlas.

Una vez aprobada su caza, para que un coto andaluz puedan participar en este posible reparto de capturas, deberá cumplir al menos dos de las diez medidas de laGuía de medidas de hábitats para tórtola” del Ministerio de Agricultura y acreditarlas ante la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente. Esta acreditación es esencial para acceder al cupo de capturas, siempre que la Comisión Europea lo autorice.

Un cazador con una tórtola en una imagen de archivo
Un cazador con una tórtola en una imagen de archivo. © Israel Hernández

Las diez medidas de gestión que se pueden implementar para favorecer la conservación de la tórtola europea son las siguientes:

  1. Mantenimiento o promoción de márgenes con árboles y setos: Crear y conservar áreas con vegetación arbórea y arbustiva.
  2. Creación de franjas de barbechos con plantas ruderales: Dejar áreas sin cultivar para que crezcan plantas silvestres.
  3. Siembra de cultivos adecuados a baja densidad: Utilizar prácticas agrícolas que no saturen el suelo con cultivos.
  4. Mantenimiento de cultivos existentes sin cosechar: Dejar algunos cultivos sin cosechar para proporcionar alimento y refugio.
  5. Clareo de arbustos y claros forestales: Mantener áreas abiertas en bosques para mejorar el hábitat.
  6. Pastoreo del sotobosque con ganado o ungulados a bajas densidades: Utilizar el pastoreo controlado para gestionar la vegetación.
  7. Restauración de bosques de ribera: Recuperar y mantener los bosques cercanos a ríos y arroyos.
  8. Mantenimiento de la cubierta herbácea en cultivos leñosos: Conservar la vegetación herbácea en plantaciones de árboles.
  9. Alimentación suplementaria: Proporcionar alimento adicional en épocas de escasez.
  10. Creación o adaptación de puntos de agua naturalizados: Establecer fuentes de agua accesibles y naturales para la fauna.

Cabe señalar que este avance es resultado del esfuerzo de la Federación Andaluza de Caza y el compromiso de los cazadores andaluces, quienes han respetado el “cupo cero” y han trabajado en la mejora de hábitats y la monitorización de poblaciones a través del Observatorio Cinegético.

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