El próximo 16 de noviembre tienen lugar las elecciones a la presidencia de la Real Federación Española de Caza (RFEC), una de las instituciones más importantes del sector cinegético en España. Dos hombres se han postulado como aspirantes a dirigir el ente que representa a los cazadores federados en todo el país: José Ángel Remírez y Josep Escandell. Hablamos con el segundo.
Nombre: Josep Escandell Martínez.
Edad: 40.
Lugar de nacimiento: Gavarda (Valencia).
Lugar de residencia: Gavarda (Valencia).
Formación: Ingeniero de montes. Máster en gestión cinegética.
Modalidad de caza preferida: Menor al salto. Perdiz y codorniz.
Pregunta. Para los que no le conozcan ¿Quién es Josep Escandell?
Respuesta. El presidente del Club de cazadores La Perdiu de Gavarda, el Juez de Paz de ese pueblo de 1.000 habitantes, el Director de la Escuela de Caza y Naturaleza de la FCCV, el técnico del ayuntamiento… Sobre todo alguien con la fortuna de haber convertido su pasión por el monte y la caza en su profesión.
P. ¿Para usted, qué significa la caza?
R. Es una forma de vida. Algo que te define y te moldea en tus valores. Algo que queda reflejado en tus ojos, y que deja esa mirada de “yo he vivido”. Es la forma más coherente de experimentar la naturaleza. De ser protagonista donde otros son espectadores. Decía un poeta que hay tres cosas que una persona debería hacer en su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. Yo sumaría alimentarse con un animal cazado por uno mismo. Cazar es un privilegio, y un acto de autorrealización.
P. ¿Cuál es su experiencia en el ámbito federativo?
R. Hace 10 años que formo parte de los órganos de representación de la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana por el estamento de clubes y he desarrollado parte de mi carrera profesional gestionando la Escuela de Caza de esta entidad. Más recientemente, Lorena Martínez confió en mí para ser su vicepresidente en materia científica.
P. ¿Por qué quiere ser presidente de la RFEC?
R. El colaboracionismo, el asociacionismo, el servicio público… son espíritus muy comunes en las personas. Me atrevería a decir que en particular en los habitantes de pueblos pequeños. Cualquiera que haya formado parte de la junta directiva de un club de cazadores responde a esa especie de llamada a ser útil, de necesidad de mejorar las cosas.
Mi inquietud por la presidencia parte de esa base, de mi vocación por trabajar por la caza y garantizar el futuro de algo que ha marcado mi vida. La diferencia, y en relación con este momento y la RFEC, es que considero que mi experiencia y formación me permiten acometer esta vocación con un mayor conocimiento, intensidad y dedicación que la mayoría de personas, por lo que puedo resultar más útil a un nivel estatal y europeo.
P. ¿Cuál será su modelo de gestión de la federación?
R. Participación, profesionalización, proactividad. Creo que son las tres “P” que lo definirían. Mi gestión se basará en implicar al mayor número de representantes de las distintas especialidades y territorios. Perseguiré con ello una representación fiel del cazador, una diagnosis profunda de sus problemas y demandas, y su identificación con la labor de la institución.
En cuanto a la profesionalización, cualquier servicio o acción dependente de la RFEC tendrá el soporte de un profesional. En este sentido, también apostaré por la formación de nuestro personal, tratando de mejorar sus prestaciones y reforzando su servicio con un proyecto de gestión sólido y una planificación estratégica clara.
Por último, la proactividad. Es la principal seña de identidad de las federaciones modernas. El cazador se siente identificado con el trabajo y el esfuerzo diario de sus representantes. Los presidentes ya no son meros representantes, sino el primero de los trabajadores y de los soldados en la batalla.
P. ¿Cuáles serán sus objetivos a nivel interno (dentro de la institución) si gana las elecciones? ¿Qué federación quiere para sus federados?
R. Mi proyecto tiene 67 iniciativas, con 67 objetivos específicos. No obstante, los podría clasificar en tres grandes bloques. Somos la tercera federación deportiva más grande de España, por ello el primer objetivo será situarla a este nivel en materia de transparencia, gestión y administración. Aspectos que deben redundar, entre otros, en la prestación de servicios al federado, o en la mejora organizativa y participativa en nuestras competiciones.
En segundo lugar quiero coordinar los medios existentes. El modelo de federaciones autonómicas ha propiciado una gran heterogeneidad en cuanto a las prestaciones y modelos de gestión. Las federaciones en su conjunto cuentan con un extraordinario capital personal y profesional, que se verá multiplicado vertebrando las estructuras y aprovechando las sinergias en estamentos como la Escuela de Caza, o lo servicios técnicos y jurídicos.
Por último quiero mejorar la representatividad, ya que en mi opinión es una de las asignaturas pendientes. Creo que la representatividad no depende en exclusiva del sistema de elección, ni se consigue en una votación, sino que se puede labrar durante toda la legislatura mediante la escucha y el amoldamiento a las necesidades de los cazadores. Quiero una Federación con la que cualquier cazador se sienta identificado.
P. ¿Puede indicarnos qué medidas concretas llevará a cabo para alcanzarlos?
R. Como he mencionado, el proyecto de gestión incluye 67 paquetes de medidas con acciones muy concretas orientadas a la consecución de estos objetivos. Pero destacaría entre ellas las encaminadas a potenciar el peso específico del comité inter autonómico, órgano que debe erigirse como el núcleo estratégico y de decisión, pues es el que recoge con mayor fidelidad las necesidades de cada territorio. Por ejemplo, la aprobación de su reglamento interno, o su ampliación para dar cabida a representantes de todas las provincias. También son fundamentales las orientadas a facilitar el acceso a la caza, a sus instalaciones y a las distintas modalidades deportivas.
P. ¿Qué estructura tendrá su equipo de trabajo?
R. Aunque la RFEC tiene personal propio, asociado a cada uno de las grandes competencias de la institución (técnica, jurídica, competiciones y escuela de caza), considero que mi equipo de trabajo serán todos los recursos personales, laborales o directivos que colaboran con las federaciones autonómicas. En este sentido, se conformará un triángulo de tres vértices.
En primer lugar la diagnosis: Es fundamental el contacto con la realidad territorial y las escucha y atención al cazador de a pie. Por ello, se constituirán comités específicos de análisis y diagnosis de todas las disciplinas y asuntos que afecten a la caza, con representación territorial.
En segundo lugar la estrategia: Mi legislatura constituirá la consolidación del comité inter autonómico como principal órgano estratégico y de decisión. Lo dotaremos de un reglamento interno para garantizar su funcionalidad, y ello permitirá aprovechar el conocimiento territorial y la experiencia en la gestión de los presidentes autonómicos para dirigir la Federación.
Por último la operativa: La Junta Directiva será el órgano ejecutivo. Estrictamente operativo. Contará con perfiles técnicos y capacitados en sus ámbitos de competencia, representativos de distintos territorios.
P. Sabemos bien cuáles son los principales problemas del sector: Imagen de la caza en la sociedad, falta de relevo generacional, desconexión del mundo rural y urbano, ideologías políticas anticaza en partidos políticos, legislaciones prohibicionistas que emanan desde el Gobierno español y desde Europa… ¿Cuáles son para usted los más prioritarios y cómo piensa abordarlos?R.
R. Paradójicamente, considero que los asuntos prioritarios son los que están por surgir. Uno de los errores que hemos cometido en el sector cinegético es que siempre hemos ido a remolque y no hemos sabido anticipar donde surgirían las amenazas. El trabajo y la proactividad en mi legislatura perseguirán en primera instancia impedir la abertura de nuevos frentes.
En un sistema funcional, cambiar la imagen negativa de la sociedad sobre la caza redundaría en políticas más favorables, y estas en leyes racionales y propicias para el sector. El cambio de contexto propiciaría la incorporación de nuevas generaciones. No obstante, asistimos a la gran anomalía de políticas impuestas por minorías ideológicas y sociales, lo que rompe la secuencia lógica y hace inútiles los esfuerzos en el resto de los frentes.
La única fórmula es abordar el conjunto. Todos los factores a la vez. Para ello la clave está en nuestro número: el número son votos. El número es contexto social. El número es presión política. Cuanta más gente integremos y se sienta representada por la RFEC, más peso tendremos para frenar la rueda.
P. Aunque no quiera ir a remolque usted va a coger el relevo de una presidencia que ha visto cómo se aprobaban dos leyes animalistas (la de bienestar y la reforma del Código Penal), la prohibición de la caza de la tórtola, el fin de la caza en Parques Nacionales y otras importantes pérdidas que arrastramos desde antes, como el silvestrismo. ¿Tiene pensado actuar para revertir alguna de estas realidades?
R. La caza, como patrimonio, es el sumatorio de todas sus modalidades y facetas. Para mí, la defensa del conjunto implica la defensa acérrima de cada una de sus partes. Todos somos conscientes de estar sometidos a una táctica de desgaste, con la que nuestros enemigos pretenden socavar el sector atacando a sus puntos débiles.
El mecanismo de reversión debe basarse en la razón, y la razón en la ciencia. Es fundamental continuar impulsando los estudios que corroboren nuestra convicción de que muchas de las medidas son injustas y han atendido a criterios arbitrarios y a sesgos ideológicos.
Con esta razón en la mano, la batalla se librará a nivel político y normativo. Todas las propuestas de mi programa están orientadas a optimizar nuestra capacidad jurídica global, y a intensificar los mecanismos de influencia política nacional y europea.
P. Esta entrevista será leída con atención por los asambleístas que acudirán a las urnas el próximo día 16. Envíeles un mensaje: ¿Por qué deben votarle a usted?
R. Los asambleístas no deben votar a un candidato, sino un programa. El que consideren mejor para la caza. Tienen la responsabilidad de representar a muchos cazadores, a los que deberán justificar su decisión. Es un ejercicio de coherencia.
Yo ofrezco la oportunidad de romper con todos los estereotipos negativos que se le atribuyen a la RFEC: Una figura joven, en un sector que tachan de envejecido; un profesional formado y especializado en la caza, donde nos acusan de reaccionarios y de estar al servicio de los políticos; Un perfil desconocido, el presidente de un club de 50 socios, donde nos achacan endogamia, amiguismo… donde nos reprochan falta de transparencia en el proceso electoral y una figura de proximidad y cercanía, empática con las necesidades reales del cazador y el deportista de a pie, frente a los que nos tildan de elitistas.
P. Para terminar, si llega a ser presidente… ¿Cómo le gustaría ser recordado el día que abandone la RFEC?
R. Como sucede con los árbitros y jueces, habré hecho un buen trabajo si no se recuerda mi nombre, sino las acciones de la Institución. Estaré satisfecho si en 2028 nadie recuerda quien presidía la RFEC, pero todos los cazadores se sienten orgullosos de serlo y tienen la percepción de que la Real Federación Española de Caza estuvo a la altura de sus exigencias en los momentos adversos. Si incrementamos la masa de federados convencidos de que la RFEC es la mejor fórmula de defender la caza, el mejor modo de garantizar su práctica por parte de las generaciones futuras en las condiciones que la conocemos.