Todo cazador sabe que salir al monte conlleva una gran responsabilidad. No solo por el manejo de armas o por la seguridad del entorno, sino también por el cumplimiento riguroso de la normativa. Entre los requisitos legales más importantes se encuentra disponer de toda la documentación necesaria para que el seguro obligatorio de responsabilidad civil tenga validez. Así lo ha recordado recientemente Mutuasport, que ha publicado una guía detallada en su blog y redes sociales con todos los documentos que es imprescindible llevar encima en cada jornada.

Aunque la lista varía según la modalidad de caza —con armas, sin armas, con arco, silvestrismo o cetrería—, hay documentos comunes a todas ellas. El primero, por supuesto, es el DNI, necesario para acreditar tu identidad ante cualquier control. A esto se suma la licencia de caza, que debe estar en vigor y es personal e intransferible. En el caso de quienes practiquen la actividad cinegética con armas de fuego, también será imprescindible contar con el permiso o licencia correspondiente —ya sea tipo D para rifles o tipo E para escopetas— y la guía de pertenencia del arma con la que se va a cazar.

El seguro obligatorio no cubre si falta algún papel

Uno de los aspectos que más suele pasarse por alto es que el seguro de caza no tendrá validez si no está la póliza vigente. Este documento, que acredita la contratación de un seguro de responsabilidad civil, es obligatorio para todo cazador, y sin él se pierde la cobertura frente a cualquier daño ocasionado a terceros durante la actividad.

Del mismo modo, será necesario contar con la autorización del coto de caza y del organismo de Medio Ambiente competente en cada comunidad autónoma en casos necesarios, como autorizaciones excepcionales por daños de jabalí o conejo. No llevar esta última -en caso de ser necesario- o cazar fuera de las condiciones recogidas en ella puede suponer, además de una sanción, la nulidad del seguro.

Casos especiales: silvestrismo y cetrería

En el caso del silvestrismo, será necesaria una autorización excepcional que permita la captura de aves fringílidas. Para ello hay que formar parte de una sociedad pajaril, contar con licencia autonómica específica y la autorización del titular del coto.

Por su parte, la cetrería requiere el certificado de registro del ave rapaz y, en algunos casos, una autorización especial de medio ambiente, sobre todo cuando se trata de controlar sobrepoblaciones o realizar actuaciones excepcionales.

Cazar con seguridad y dentro de la ley

Desde Mutuasport lo dejan claro: «No juegues con tu seguridad ni con la ley. Infórmate y prepárate para disfrutar de la caza de forma responsable». Contar con todos los documentos es una cuestión que va más allá del cumplimiento legal: se trata de protegerse a uno mismo y al resto. La próxima vez que prepares tu jornada cinegética, asegúrate de tener todo en regla. Es la única forma de que el seguro esté ahí si alguna vez lo necesitas.

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