Grabado a cámara lenta, el vídeo recoge el momento en que el cazador ve cómo se acerca el jabalí, le deja pasar encarando el arma y apuntando a través de un punto rojo, corre la mano y dispara.

El resultado es el que todos los cazadores soñamos cuando disputamos un lance con un cochino: el animal frena en seco y clava el hocico en la tierra para detenerse unos metros más adelante.

Un swing de libro a un jabalí

Si nos fijamos en cómo apunta el cazador podemos apreciar cómo inicialmente, con la escopeta mirando al suelo, espera a que el jabalí salga de la línea de tiro de un tractor que alza la tierra unos metros más atrás –en algunos países no está prohibido disparar junto a la maquinaria agrícola–.

Después comienza a apuntar al animal de atrás a adelante valiéndose del punto rojo de Aimpoint Micro que lleva instalado. Y por último, aunque tiene que rectificar, pasa al animal y juzgando la distancia y la velocidad que lleva aprieta el gatillo y acierta.

El lance perfecto con el que soñamos muchos cazadores el día de una batida es algo muy parecido a esto, ¿no crees?

Tirando con punto rojo: practica en casa esta cuarentena

Aimpoint Driven Hunt es un juego on line donde podrás cazar jabalíes utilizando uno de sus visores de punto rojo. Lo mejor de todo es que es gratis. ¡Pero atento! no basta con darle al cochino: tendrás que colocar el disparo en su sitio. Si lo empanzas o no le das en una zona vital… ¡pierdes!

Un juego de caza muy realista y gratuito, disponible para Android, iOS, PC y Mac, con el que la cuarentena se te pasará volando. Pincha aquí para acceder al juego on line para ordenadores.

Otros lances a jabalíes para enmarcar

Imagínate esta otra escena: estás en el puesto y tienes a los perros acosando a un cochino enorme justo enfrente, aunque sin llegar a agarrarlo. ¿Qué haces? ¿Esperas? Este cazador lo tuvo claro y se fue hacia el animal. Sin embargo, no imaginaba la reacción del jabalí, que le pilló por sorpresa.

El cochino que se encontraba echado, aparentemente herido, se centraba en quitarse a los perros de encima tirando colmilladas a un lado y a otro, pero cuando vio al cazador acercarse a una distancia poco prudencial se levantó y acometió contra el hombre haciéndolo trastabillar. 

Por fortuna el cazador logró recomponerse del susto a tiempo para no acabar revolcado por el suelo y a merced del suido. Aún tuvo tiempo para levantar su arma y, casi sin apuntar, disparar a bocajarro sobre el jabalí logrando abatirlo. 

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