La presencia de la peste porcina africana en fauna silvestre en Cataluña continúa ampliándose. El último informe oficial eleva a 26 el número de jabalíes muertos por esta enfermedad en el entorno del primer foco detectado en el municipio barcelonés de Cerdanyola del Vallès, tras confirmarse diez nuevos positivos en animales localizados en las inmediaciones de los casos iniciales.

La confirmación ha sido realizada por el Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, con fecha 16 de diciembre de 2025. Los nuevos animales afectados se han encontrado dentro del radio de vigilancia establecido desde la detección del primer foco, lo que refuerza la hipótesis de una circulación localizada del virus en la zona.

En paralelo, los servicios veterinarios han analizado 208 cadáveres de animales silvestres hallados muertos tanto en el medio natural como en carreteras y vías ferroviarias del área infectada y su entorno. Todos ellos han resultado negativos a peste porcina africana, un dato que las autoridades consideran relevante para delimitar el alcance real del brote.

Refuerzo del control y búsqueda de animales

Los nuevos hallazgos son consecuencia de un intenso dispositivo de campo desplegado desde que se confirmó el primer positivo. En él participan el Cuerpo de Agentes Rurales de la Generalitat de Catalunya, la Unidad Militar de Emergencias, los Mossos d’Esquadra, el Seprona de la Guardia Civil y las policías locales de los municipios afectados.

Las labores se centran en la localización sistemática de cadáveres de jabalíes, la vigilancia para evitar accesos no autorizados a la zona infectada y la aplicación de medidas de desinfección a vehículos y personas que operan dentro del perímetro de control. El objetivo es reducir al máximo el riesgo de dispersión del virus fuera del área delimitada.

Las administraciones implicadas insisten en la necesidad de mantener un nivel de alerta elevado, tanto en el manejo de poblaciones silvestres como en las explotaciones ganaderas, donde se aplican estrictos protocolos de bioseguridad desde la detección del foco.

Una enfermedad con gran impacto económico

Desde el Ministerio y las autoridades autonómicas recuerdan que la peste porcina africana es una enfermedad que no afecta a las personas, ni por contacto directo con los animales infectados ni por el consumo de productos derivados del cerdo. No obstante, su impacto es muy notable en el ámbito animal y económico de un país a su llegada, especialmente en el sector porcino.

La vigilancia continuará activa en las próximas semanas, con controles reforzados y seguimiento constante de la fauna silvestre en la zona. Cualquier nuevo hallazgo será analizado de forma inmediata para valorar la evolución del foco y adaptar las medidas de contención si fuese necesario.

Síguenos en discover

Sobre el autor