El caso salió a la luz tras las primeras denuncias presentadas en el puesto de la Guardia Civil de Cerceda, donde varios afectados explicaron que habían reservado un puesto en una supuesta montería prevista para otoño en una finca situada entre Moralzarzal y Collado Villalba. Todos ellos coincidían en el mismo patrón: un anuncio atractivo, un teléfono de contacto y un pago adelantado para asegurar la participación.

A partir de ahí, la investigación fue sumando testimonios y detalles. Los anuncios aparecían sobre todo en Instagram, con vídeos y mensajes que ofrecían puestos para una jornada cinegética que, según el autor, se celebraría en una finca cerrada que llevaba varios años sin cazarse. La reserva exigía un ingreso previo que oscilaba entre los 150 y los 175 euros, pero tras efectuar el pago, el vendedor dejaba de responder.

Los agentes rastrearon cada publicación y verificaron que la montería nunca había existido. Las cuentas bancarias aportadas por las víctimas llevaron finalmente al presunto autor, un hombre de 31 años residente en Madrid que fue detenido como responsable de una estafa continuada.

Una de las supuestas monterías falsas publicitadas en redes sociales. © lavozdelasierra.es

Una captación masiva a través de Instagram

La Guardia Civil ha confirmado que el detenido utilizaba anuncios y vídeos en Instagram para atraer a sus víctimas, en los que llegaba a publicitar supuestos eventos con hasta «80 puestos disponibles para la caza de jabalí, ciervo y gamo». En realidad, esos anuncios formaban parte del mismo engaño que afectó a 41 personas, según el balance provisional.

Las monterías, anunciadas para octubre y noviembre de 2025, nunca figuraron en ningún registro ni se solicitaron permisos para su celebración. Los afectados, tras efectuar el ingreso, no volvieron a recibir llamadas ni mensajes. Muchos acudieron a denunciar después de comprobar que otros usuarios habían vivido la misma situación.

Los investigadores creen que puede haber más afectados

El arrestado fue puesto a disposición judicial acusado de un delito de estafa continuada. La Guardia Civil no descarta que aparezcan nuevas víctimas que todavía no hayan denunciado, ya que los anuncios estuvieron activos durante varias semanas y circulaban también reenviados entre cuentas de aficionados a la caza mayor.

La Guardia Civil ha insistido en la importancia de verificar la identidad de los organizadores de monterías y desconfiar de pagos adelantados sin garantías. Aunque la operación se considera esclarecida, la investigación continúa abierta para localizar a otros perjudicados y analizar si el detenido empleó identidades o cuentas de terceros para ocultar los ingresos.

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