Lo que le ocurrió a tres cazadores este domingo, 25 de octubre, en el coto social San Isidro de la localidad sevillana de Los Palacios y Villafranca les ha dejado «totalmente consternados». Cuando volvieron para dar por finalizada su jornada de caza menor, descubrieron que unos desconocidos les habían destrozado sus coches: «Uno lo dejaron reventado», denuncia en declaraciones a Jara y Sedal el presidente del coto, Javi Alonso Cuevas.

Todo ocurrió en este coto de 16.000 hectáreas y con 300 socios del citado municipio sevillano: «La jornada comenzó bien, pero al volver a los coches estos tres cazadores se encontraron los coches desvalijados. Les habían robado todo lo que tenían dentro: carteras, fundas de escopetas…», enumera Alonso. «Lo peor fueron los destrozos, ya que uno de los vehículos tenía los cristales rotos por completo», asegura el presidente del coto.

«Ha sido un golpe de mala suerte, pero lo que queremos es que no vuelva a pasar»

Otra imagen de cómo quedó otro de los vehículos en el interior. © J. A.

Durante la jornada cinegética, algunos miembros del coto hispalense vieron cómo había varios coches dando vueltas por el lugar, pero no sospechaban nada. El presidente lo achaca a «un golpe de mala suerte y ya está. Un caso aislado. Lo que queremos es que no vuelva a pasar, por ello queremos darle la máxima difusión posible para que vean que tenemos fuerza como coto», señala Alonso.

Los cazadores ya han denunciado en las dependencias de la Guardia Civil lo ocurrido y, por su parte, la directiva del coto sevillano ha recomendado a los cazadores que, en el resto de la temporada, no dejen objetos de valor dentro de sus vehículos.

Un hecho similar: destrozan el coche de unos galgueros y les roban los perros

robo de galgos
Los delincuentes pincharon las ruedas del coche y lo golpearon.

Álvaro Ballestero cree que tenían vigilados sus pasos. A pesar de contar con alarma y cámaras, los ladrones actuaron sin esconderse. «Estamos preparados», asegurabapero se lamentaba del «descuido a la hora de comer» que los delincuentes aprovecharon para robarle cinco galgos. 
Un vecino le alertó cuando vio un todoterreno negro salir del pueblo a toda velocidad con la matrícula tapada. 

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