Lo que a primera vista parecía una simple protectora de animales en Illescas (Toledo) escondía, en realidad, un grave caso de maltrato. La Guardia Civil ha desmantelado un albergue ilegal en el que vivían 31 perros y gatos en condiciones insalubres, sin atención veterinaria ni medidas mínimas de bienestar.

La investigación comenzó tras detectar graves lesiones en un galgo, lo que llevó a los agentes a localizar una vivienda utilizada como refugio sin ningún tipo de autorización. Allí residía una mujer de 47 años que, presuntamente, operaba una protectora ficticia utilizando incluso un CIF falso para publicitarse en redes sociales.

En el registro, los agentes encontraron a los animales hacinados, enfermos y sin vacunar, además de una gran cantidad de medicamentos veterinarios, algunos de ellos caducados y sujetos a prescripción médica. Las condiciones eran tan precarias que algunos animales mostraban comportamientos agresivos, probablemente derivados del estrés constante y la convivencia forzada.

Los medicamentos veterinarios incautados. © Guardia Civil.

Más de 170 animales registrados a nombre de la protectora

Según el Seprona, la detenida tenía 171 animales registrados a su nombre o al de su falsa asociación, lo que evidencia que no se trataba de un caso aislado, sino de una actividad irregular a gran escala. Para limpiar la vivienda, vertía los desechos animales en la vía pública, aumentando el riesgo de zoonosis y contaminación.


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La operación finalizó con la incautación de 21 perros y 10 gatos, además de abundante documentación y fármacos veterinarios no autorizados. La mujer ha sido detenida y se enfrenta a cargos por maltrato animal, falsedad documental, lesiones, atentado contra la salud pública y resistencia a la autoridad.

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