El SEPRONA de la Guardia Civil de la Comandancia de Burgos, conjuntamente con un Agente Medioambiental de la Junta de Castilla y León, ha levantado acta denuncia al responsable de una cacería de corzo y gestor de una empresa cinegética, por un incorrecto precintado de un ejemplar de corzo macho (Capreolus capreolus), al utilizar un precinto correspondiente a otro coto diferente al que se desarrollaba el rececho.

Según han informado fuentes de la Guardia Civil a Jara y Sedal, los hechos ocurrieron días atrás, con ocasión de una acción conjunta de prevención y seguimiento para el control del furtivismo, desplegado de manera coordinada por el SEPRONA y un agente medioambiental de la Junta de Castilla y León.

Sobre las 20:15 horas de ese día, en uno de los parajes vigilados, se escuchó un disparo de arma de fuego y seguidamente se localizó -desde la distancia- a tres personas junto al cuerpo sin vida de un corzo. Más tarde, un vehículo era interceptado, descubriéndose que transportaba la cabeza de este animal con un precinto de la temporada en curso.

El número de acotado no correspondía

Una inspección más profunda destapó que, si bien se encontraba correctamente cumplimentado con la fecha de ese día, sin embargo, el número de acotado no correspondía con el del terreno cinegético donde se acababa de llevar a cabo el lance; aunque válido, lo era en realidad para otro coto de caza de la provincia, de la comarca de La Demanda, distante 75 kilómetros del lugar donde se hallaban.

Minutos más tarde identificaron un segundo vehículo en el que viajaban otras cuatro personas -entre ellas dos colaboradores de la empresa en connivencia con el primero, el cliente cazador (éste originario de Estados Unidos) y un acompañante, ajenos ambos al incidente.

Las explicaciones facilitadas por los responsables no convencieron a los agentes. Los primeros aseguraban que el cérvido había sido cazado por la mañana en La Demanda. Sin embargo, la boca del animal aún no presentaba rigor mortis y todavía estaba caliente. Además, los agentes habían oído el disparo y percibido al grupo en la parcela con la pieza ya muerta.

El corzo decomisado por los agentes. © Guardia Civil

Tras aclararse la situación, el ‘trofeo’ fue decomisado bajo depósito, confeccionándose un acta denuncia al responsable de la orgánica de caza por una supuesta infracción a la Ley 4/2021 de Caza y Gestión Sostenible de los Recursos Cinegéticos de Castilla y León, en concordancia con la Orden MAM/829/2011, de 13 de junio por la que se establece el sistema de precintado de piezas de caza mayor.

Fuentes de la Guardia Civil aseguran que se continuará con estas acciones preventivas y de seguimiento para erradicar el furtivismo en la provincia, detectar prácticas de caza irregulares y perseguir determinadas actividades ilegales que causan un grave perjuicio económico al medio rural, a los ayuntamientos, juntas vecinales, a los propietarios de los cotos de caza y a los propios cazadores.

Correcto precintado de las piezas de caza

Cabe recordar que además de portar la documentación particular, la del arma, seguro, el propio precinto y autorizaciones del titular del terreno cinegético donde se va a cazar, hay obligación de precintar correctamente la pieza antes de moverla.

El precinto legaliza la caza del corzo, determina el acotado donde ha sido abatido y autoriza su lícito traslado y transporte. Debe colocarse ajustado -sin que pueda liberarse- a la cuerna del cérvido, una vez dado muerte. Hay que cumplimentar la fecha del abate en el cuerpo del mismo y en su matriz, siempre antes de moverlo, conforme a lo estipulado por la Junta de Castilla y León.

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