La polémica Ley de protección de los derechos y el bienestar de los animales, conocida popularmente como la ley animalista, ha generado un intenso debate desde su aprobación. Una de las medidas que promueve es la esterilización de perros y gatos para evitar la cría incontrolada. Sin embargo, recientemente un nuevo estudio ha arrojado luz sobre los posibles efectos negativos de la castración en los perros macho, revelando que pueden experimentar mayores niveles de estrés y agresividad, en contra de lo que se creía.

Las motivaciones para llevar a cabo la esterilización de una mascota varían, pero a menudo se elige con la esperanza de reducir comportamientos indeseables en los perros macho. Sin embargo, con la aprobación de la ley animalista, quienes adopten un perro se verán obligados a castrar a su nueva mascota, incluso aunque no fuera esa su intención inicial.

Un nuevo estudio cuestiona las ventajas de la castración de perros macho

Un grupo de investigadores ha llevado a cabo un estudio para investigar las diferencias de comportamiento entre perros castrados e intactos. En el estudio, se recogieron un total de 230 cuestionarios de perros machos de raza mixta, de los cuales 115 estaban castrados y 115 intactos. Los investigadores analizaron perros de diferentes tamaños: pequeños, medianos, grandes y gigantes, para evaluar la posible influencia del tamaño corporal.

Los resultados del estudio mostraron que los perros castrados estaban significativamente más estresados que los intactos. En términos de estrés por influencias externas, como la ansiedad por separación y la ansiedad en los viajes en coche, los perros castrados pequeños, medianos y grandes mostraron niveles de estrés más altos que los perros gigantes. Además, se encontró que los perros castrados eran más agresivos en general y mostraban una mayor agresividad durante los paseos.



Los cuestionarios de personalidad también revelaron diferencias significativas en varias características. Los perros castrados eran menos tranquilos emocionalmente, menos adiestrables y menos sociables en comparación con los perros intactos. Además, obtuvieron puntuaciones más bajas en extroversión, lo que sugiere que la castración puede tener un impacto negativo en su comportamiento social.

Los investigadores concluyen que es necesario contar con pautas basadas en evidencia para las prácticas de castración, a fin de minimizar los posibles efectos negativos en el comportamiento de los perros.

¿Tengo que esterilizar a mi mascota obligatoriamente con la nueva ley?

Cazadores protestan contra la propuesta de castración de los perros en una foto de archivo tomada en 2022 en Madrid. © JyS

Uno de los puntos más polémicos de la nueva ley animalista, que entró en vigor el pasado 29 de septiembre, es la regulación de la cría de animales. Según esta ley, solo los criadores inscritos en un registro oficial pueden criar camadas y venderlas. Por ello, solo quienes estén debidamente registrados pueden ahora criar animales.

No obstante, el artículo 26 de la citada ley, que recoge las obligaciones específicas con respecto a los animales de compañía, dice sobre los titulares o personas que convivan con ellos que deberán «adoptar las medidas necesarias para evitar la reproducción incontrolada de los animales de compañía». Pero en ningún momento obliga a esterilizarlos.

Sí lo hace en cuanto a los perros o gatos en adopción. Ya que en el artículo 58 se establece que estos «deben haber recibido los tratamientos preventivos o curativos preceptivos, estar identificados y esterilizados, o con compromiso de esterilización en un plazo determinado si hay razones sanitarias que no la hagan aconsejable en el momento de la adopción».

Si bien hay otras excepciones, como el el caso de los perros de caza, que quedaron fuera de la aplicación de la normativa, la nueva ley animalista promueve la esterilización de las mascotas -tal y como consta en el artículo 2. f)- que ahora cuestiona en el caso de los perros macho este nuevo estudio.

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