En una decisión histórica, el Consejo de Estado de Francia ha respondido a las peticiones de la Unión Nacional de Asociaciones de Cazadores de Aves Migratorias (UNACOM), anulando la prohibición de la caza de la tórtola. Esta medida marca un antes y un después en la regulación de la actividad cinegética en el país, permitiendo a los cazadores franceses retomar esta práctica.
UNACOM fue la única asociación que cuestionó la legalidad de los procedimientos que llevaron a la prohibición de la caza de la tórtola, presentando sus reclamaciones ante el más alto tribunal administrativo. Tras una deliberación exhaustiva, el Consejo de Estado decidió anular las órdenes del Gobierno que suspendían la caza de tres especies durante la temporada 2023/2024: lo tórtola europea, el zarapito real y la aguja colinegra.
La justicia francesa considera que ha habido «abuso de poder»
La sentencia publicada declara la anulación «por abuso de poder de la Orden del Ministro de Transición Ecológica y Cohesión Territorial, de 2 de agosto de 2023, que suspendía la caza de la tórtola en Francia hasta el 30 de julio de 2024». Además, establece que el Ministro debe autorizar la caza de tórtolas en la metrópoli francesa, según una cuota conforme a la gestión de la caza adaptativa, en un plazo de 8 días a partir de la próxima decisión, bajo pena de una multa de 1.000 euros por día de retraso. También condena al Estado al pago de 3.000 euros, según lo previsto en el artículo L. 761-1 del Código de Justicia Administrativa.
Decisiones similares se han tomado en relación con el zarapito real y la aguja colinegra, permitiendo que los cazadores franceses puedan volver a cazar estas especies en la próxima temporada. Sin embargo, aún se espera la implementación de esta decisión para la temporada 2024/2025, un proceso en el que UNACOM ya está trabajando activamente.
Esta sentencia representa una victoria significativa para los cazadores y para UNACOM, que ha luchado incansablemente por la legalidad y la continuidad de la caza de aves migratorias en Francia. La decisión del Consejo de Estado no solo restablece la caza de la tórtola, sino que también refuerza la importancia de una gestión adaptativa y sostenible de las especies cinegéticas.
El caso de España
La Fundación Artemisan, con la financiación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), comenzó a poner en marcha el Precinto Digital de Caza, un sistema electrónico de registro de animales cazados en tiempo real en el teléfono móvil a través de una herramienta que las comunidades autónomas podrán incorporar en sus sistemas de seguimiento en los próximos años.
La razón de esta iniciativa es que uno de los requisitos para que se vuelve a autorizar un cupo en un futuro próximo es contar con herramientas de control de capturas en tiempo real, como es el caso del Precinto Digital de Caza. Este comenzará a usarse en 2025 y busca implantarse en todo el territorio nacional.
La caza de la tórtola podría volver a España en 2025
En este mismo contexto, a mediados del mes de septiembre se celebró la Feria de la Caza, Pesca y Naturaleza Ibérica (FECIEX), donde tuvo lugar el Simposio Científico y Político sobre la Tórtola Europea. Fue organizado por la Federación Extremeña de Caza y en él expusieron su objetivo común de asegurar la recuperación de esta especie y, potencialmente, reabrir su caza en el año 2025.
Diez mitos y leyendas sobre la caza y la conservación de la tórtola europea
Asimismo, dejaron claro que lo que el sector cinegético pretende lograr son soluciones científicas y prácticas, como el Plan Integral de Recuperación de la Tórtola Europea (PIRTE) y el Plan de Caza Adaptativa. «Nos comprometemos a seguir trabajando por una caza sostenible, basada en datos científicos y ajustada a la legislación europea», aseguraron desde la entidad cinegética.
Finalmente, el simposio concluyó con la clara idea de que la reapertura de la caza de la tórtola en 2025 no solo es posible, sino también necesaria, siempre bajo la premisa de una caza adaptativa y regulada. De igual modo, realizaron una llamada a la unidad y al trabajo conjunto entre los sectores implicados, con la mirada puesta en un futuro donde la caza sostenible y la conservación vayan de la mano.