La directora general de Salud Pública de Castilla-La Mancha, Laura Ruiz, ha confirmado el primer caso de fiebre hemorrágica de Crimea-Congo en la comunidad autónoma. Este caso ha sido diagnosticado en la Comunidad de Madrid, lo que ha generado una rápida respuesta de las autoridades sanitarias para prevenir la propagación de la enfermedad.

El paciente, un varón de 74 años, acudió a Urgencias del Hospital Rey Juan Carlos en Móstoles el pasado viernes 19 de julio, presentando un cuadro febril y malestar general. Según informó el propio paciente, había sufrido una picadura de garrapata días antes en Buenasbodas, una pequeña entidad administrativa de apenas 400 habitantes dependiente de la localidad de Sevilleja de la Jara, donde el afectado pasaba unos días en su segunda residencia.


¿En qué zona de España es más fácil que un jabalí te contagie la mortal fiebre de Crimea-Congo a través de sus garrapatas?


El departamento de Salud Pública de Castilla-La Mancha ha explicado las medidas que se han adoptado tras la notificación de este caso. Estas incluyen el incremento de la vigilancia para la detección de nuevos posibles casos, lo que permitirá llevar a cabo otras acciones preventivas necesarias. Laura Ruiz ha subrayado la importancia de estas medidas para controlar la situación y evitar la propagación de la enfermedad.

La fiebre hemorrágica de Crimea-Congo es una enfermedad viral transmitida generalmente por garrapatas del género Hyalomma, de procedencia africana. Esta enfermedad presenta dos fases principales: una primera fase con fiebre brusca, dolor de cabeza y dolor muscular, seguida de una posible fase hemorrágica. La directora general de Salud Pública ha enfatizado la gravedad de esta enfermedad y la necesidad de tomar precauciones para evitar las picaduras de garrapatas.

Recomendaciones

La directora general de Salud Pública de Castilla-La Mancha ha recordado a la población la importancia de tomar medidas preventivas al visitar áreas rurales o boscosas, donde las garrapatas son comunes.

Entre las recomendaciones se incluyen evitar en la medida de lo posible caminar campo a través, revisar la ropa y el cuerpo al regresar a casa, especialmente el cuero cabelludo, y utilizar repelentes específicos para garrapatas. Estas medidas son esenciales para reducir el riesgo de picaduras y la posible transmisión de enfermedades.