La Comunidad de Madrid podría volver a contar con linces ibéricos en su territorio después de décadas de ausencia. El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, se reunió con su homóloga extremeña, Mercedes Morán, para estudiar la posibilidad de intercambiar especies cinegéticas y protegidas. En concreto, Madrid aportaría conejos a Extremadura a cambio de recibir ejemplares de lince ibérico, con el objetivo de reintroducir al felino en espacios naturales de la región.
Un plan en marcha para 2025
Esta iniciativa se enmarca en un ambicioso plan de reintroducción que contempla la liberación de varios linces en el Monte del Pardo a partir de 2025. La zona ha sido seleccionada por reunir las condiciones necesarias para la supervivencia de la especie, siempre que se garantice la presencia de conejos, su principal fuente de alimento.
La reintroducción, sin embargo, está pendiente de la aprobación final del Gobierno central, que debe dar su visto bueno tras las negociaciones con Patrimonio Nacional.
La extinción local del lince ibérico y su futura recuperación
El lince ibérico desapareció de la Comunidad de Madrid hace varias décadas debido a la pérdida de hábitat y a la disminución drástica de los conejos silvestres, afectados por enfermedades como la mixomatosis y la enfermedad hemorrágica (EHC). Además, otros factores como el cambio en el uso del suelo agravaron la situación, llevando a la especie al borde de la extinción en buena parte de la península.

En los últimos años, los programas de conservación y la colaboración con cotos de caza han logrado incrementar las poblaciones de lince ibérico en regiones como Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura. La posibilidad de reintroducir al felino en Madrid supondría un hito para la biodiversidad regional, al restaurar un depredador clave para el equilibrio ecológico.
El lince pasa de 94 a 2.000 ejemplares en 20 años: entre 80 el 90% de ellos crían en cotos de caza
Las autoridades madrileñas confían en que el intercambio con Extremadura facilite el proceso y permita establecer una población viable de linces en el Monte del Pardo y otras zonas protegidas. Los conejos criados en Madrid serían trasladados a las reservas extremeñas, favoreciendo así la recuperación del ecosistema en ambos territorios.
Un futuro esperanzador para la fauna madrileña
Aunque la reintroducción del lince ibérico en Madrid sigue siendo un desafío, los expertos coinciden en que se trata de una oportunidad única para restaurar la fauna autóctona. La presencia del lince podría ayudar a controlar las poblaciones de animales como el conejo y otros pequeños mamíferos, evitando desajustes en el ecosistema.
Mientras se espera la aprobación definitiva, Madrid continuará trabajando en la mejora de hábitats y en la cría de conejos para asegurar el éxito del proyecto. Si todo sale según lo previsto, 2025 podría ser el año en que los linces vuelvan a recorrer el Monte del Pardo, devolviendo a la región un icono de su patrimonio natural.