Si tu pasión es el corzo, a estas alturas seguramente ya tendrás tus precintos o tu coto listos para cazar, pero puede ocurrir que se te haya echado el tiempo encima y aún estés sin ellos. No te desanimes, todavía hay cazaderos disponibles. ¿En qué debes fijarte a la hora de valorar un coto? Te lo contamos en las próximas líneas.
1. ¿Dónde está el coto de corzo?
Estudia el emplazamiento el coto, cómo es la zona, qué cotos de caza tiene como vecinos y qué resultados se obtuvieron en campañas pasadas. Esto te servirá para realizar una estimación sobre el papel de la situación actual del área.
Es muy útil que te fijes también en qué carreteras y caminos cortan el coto, tanto para tu uso a la hora desplazarte de un punto a otro como para vislumbrar los posibles casos de furtivismo que pueda tener la zona. Una vez dentro del terreno, y basándote en las preferencias del corzo, observa cuántas zonzas de labor hay, qué tipo de siembra es y qué clase de monte la circunda.
2. ¿Cuándo debes visitarlo?
Sin duda los mejores meses para la observación de un coto son febrero y marzo, cuando las siembras empiezan a crecer, pero a estas alturas del año nos tenemos que amoldar al calendario. Es muy importante seleccionar el día indicado para dar vueltas por el coto.
Evita jornadas ventosas y con agua, pues los animales estarán molestos y no saldrán a las siembras, impidiéndonos hacer un censo poblacional adecuado. Después de días lluviosos es una buena opción ya que los corzos saldrán del monte con la intención de sacudirse la humedad y secarse al sol. Carrilea con el coche todo lo que puedas, es importante abarcar el máximo terreno posible.
3. ¿Cómo reaccionan los corzos que ves?
Un detalle esclarecedor sobre la situación de un coto es como actúan los animales ante nuestra presencia. Si los animales ignoran nuestro vehículo o tan solo levantan la cabeza unos segundos para después seguir comiendo, el coto puede ser interesante.
Eso significa que están tranquilos, sin estrés ni sobresaltos. Sin embargo si no nos dejan ni parar el coche y enseguida huyen, desconfía. Los corzos están en alerta y puede ser producido por acciones de furtivismo en la zona por lo que claramente desecharíamos esa opción de arrendamiento.
4. ¿Cuántos machos hay?
Presta mucha atención al número de machos que contabilizas y, también, a su edad y calidad. Si la mayoría de ejemplares que se muestran son hembras o machos del mismo año ten por seguro que el coto está castigado en exceso.
Tendrás que dejar descansar la finca para que en años venideros la población recobre el equilibrio. Si lo que te interesa es cazar esta misma temporada, olvídate de él, no es para ti. Pero si tienes tiempo para cuidarlo y hacer una gestión adecuada, ese coto no tardará mucho en recuperar su lustre.
5. ¿Dónde los busco si no hay siembras?
Puede que el coto en el que te encuentres carezca de terreno de labor. En estos casos la forma de realizar estos exámenes varía. Deja el coche y échate al monte con paciencia. Escudriña cada palmo de monte tratando de averiguar dónde pueden habitar estos pequeños cérvidos.
La ayuda de los pastores y ganaderos de la zona se vuelve fundamental en estos casos. Ellos pasan horas en el monte y, si les preguntas, seguro que te pueden comentar qué zonas son las de mayor querencia.