El hallazgo de más de un centenar de cigüeñas muertas en un tramo del río Manzanares, dentro del municipio de Getafe, ha llevado a la Comunidad de Madrid a activar nuevos análisis para determinar si se trata de un foco de influenza aviar más grave de lo inicialmente detectado. Las muestras se han enviado al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete y los resultados serán determinantes para confirmar el origen del episodio.
Las primeras pruebas, realizadas días atrás, arrojaron un positivo en influenza aviar de baja patogenicidad, una variante que no exige notificación oficial del foco. Sin embargo, la aparición de un grupo tan numeroso de ejemplares muertos ha cambiado el escenario y ha obligado a solicitar un diagnóstico completo, esta vez con el objetivo de descartar la presencia de una cepa de mayor riesgo sanitario.
Mientras llegan los resultados, el Ejecutivo madrileño ha decidido aplicar de forma preventiva las medidas previstas para focos de alta patogenicidad, siguiendo los protocolos fijados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Medidas aplicadas en la zona
El protocolo incluye restricciones ya conocidas en episodios anteriores: prohibición de criar patos y gansos junto a otras especies de corral, limitación de la cría al aire libre y control estricto de las visitas a granjas y explotaciones. También se supervisa el agua destinada a animales domésticos para evitar cualquier posible contaminación procedente de fauna silvestre.
En paralelo, agentes forestales y efectivos del Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid se han encargado de retirar los cadáveres empleando equipos de protección individual. Utilizan trajes desechables, mascarillas y protección ocular. Los restos se trasladan después a una planta autorizada para su destrucción. La precaución responde al riesgo teórico de transmisión: «Esta gripe se podría contagiar a humanos a través de las mucosas, con un efecto similar al de la gripe estacional», explican desde la Comunidad de Madrid, aunque recuerdan que en Europa no se han documentado casos derivados del contacto directo con aves silvestres ni constituye un riesgo por consumo de productos avícolas.
En espera del diagnóstico definitivo
Si el Laboratorio Central confirma la presencia de una variante altamente patógena, la Comunidad notificará de inmediato el foco a la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria (Rasve). Además, está previsto reforzar la comunicación con los ayuntamientos próximos y aumentar la vigilancia por parte del Seprona y del propio Cuerpo de Agentes Forestales, especialmente en las zonas húmedas donde se concentran aves migratorias.
Por ahora, el Gobierno regional pide prudencia y mantiene activado el dispositivo de control mientras avanza el análisis en Algete, considerado clave para esclarecer la causa de la mortalidad masiva registrada en el cauce del Manzanares.








