Enfrentarse a un venado con semejante trofeo sólo se le ocurre a un fanfarrón. Seguro que no vuelve a por otra…
Enfrentarse a un venado con semejante trofeo sólo se le ocurre a un fanfarrón. Seguro que no vuelve a por otra…
Enfrentarse a un venado con semejante trofeo sólo se le ocurre a un fanfarrón. Seguro que no vuelve a por otra…