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La caza puede ayudar a salvar a los rinocerontes

A pesar de que numerosos estudios avalan la caza como medio de conservación en África, aún hay que la tilda de ‘crimen’, a pesar incluso de que haya países como Sudáfrica que hayan levantado la prohibición de cazarlos para enmendar un antiguo error. Y es por eso que quizá sea demasiado tarde para salvar a los rinocerontes.
30/6/2016 | Redacción JyS
Las poblaciones de rinocerontes están desapareciendo de manera drástica, empujando a la especie al borde de la extinción. De hecho, la situación es tan grave que países como Sudáfrica, donde estaba prohibida su caza, han optado por levantar la prohibición. Además han optado por aceptar una moratoria de seis años sobre el comercio interior de cuernos de rinoceronte, con lo que el gobierno espera salvar 20.000 rinocerontes blancos del sur.
Y mientras los agentes federales y cazadores conservacionistas están haciendo sus máximos esfuerzos para acabar con el mercado negro de venta de cuernos de rinoceronte, siempre hay quien se pregunta: “¿Será tarde para salvarlos?”.

Numerosos estudios avalan la caza como medio de conservación en África. / Snap2Art / Shutterstock.com

Un artículo recientemente publicado en Observer News asegura que “se estima que el furtivismo podría acabar con las especies en extinción en menos de dos décadas. De acuerdo con el gobierno sudafricano, 749 rinocerontes fueron abatidos ilegalmente en 2015”.
“Los cuernos de rinoceronte son muy demandados en el mercado negro en China y Vietnam –un kilo puede alcanzar un valor de aproximadamente 90.000€- por la superstición que se tiene sobre sus efectos medicinales. Además las ventas se incrementaron a partir de 2008 cuando se rumoreó que un político vietnamita había conseguido librarse del cáncer usando este tipo de medicina”, advierten desde el mismo medio. Además, según estas mismas supersticiones, el cuerno de rinoceronte también tiene propiedades para paliar las resacas e incrementa la virilidad; “y su alto precio se ha convertido en un símbolo de estatus social en algunos países”, alertan.

Un negocio que podría mover millones de euros

Un mercado legalizado de venta de cuernos de rinocerontes podría alcanzar anualmente un volumen de negocio de unos 645 millones de euros. / Shutterstock

Según relatan desde el mismo diario, un estudio publicado en 2014, dirigido por el Dr. Enrico di Minin de la Universidad de Helsinki, en Finlandia, estimó que un mercado legalizado de venta de cuernos de rinocerontes podría alcanzar anualmente un volumen de negocio de unos 645 millones de euros. Además, según el mismo periódico, los defensores del levantamiento del veto al comercio de este elemento argumentan que resultaría sostenible permitir la creación de fincas con el fin de recoger cuernos de rinoceronte que luego volverían a crecer. Mientras, los furtivos matan a estos animales para quitarles su cuerno rápidamente. El gobierno sudafricano cree que permitiendo el comercio de cuernos se podría regular el mercado y detener así el furtivismo.
En otro artículo recientemente publicado en National Geographic, su autor Jani Actman señala a la empresa Pembient –que fabrica cuernos sintéticos- como una solución. “Pembient espera que los cuernos sintéticos –que salen al mercado por aproximadamente una octava parte del precio de los originales- tiren por tierra el mercado. Los precios de los originales caerían, por lo que los furtivos no tendrían argumentos económicos para seguir vendiéndolos, y así se salvarían los rinocerontes en África”.
Pero los conservacionistas no han tardado en atacar la idea de la compañía estadounidense argumentando que los cuernos falsos no solucionarán el problema y que incluso lo podrían agravar. Aseguran además que podrían ampliarse las supersticiones sobre estos y los usos del polvo obtenido de machacarlos. La compañía norteamericana se centra, por el momento, en suministrar cuernos sintéticos al mercado del tallado.
Según apuntan desde la revista norteamericana Petersen´s Hunting, los esfuerzos previos de los agentes de la U.S. Fish and Wildlife Service –algo así como nuestros agentes medioambientales-, han conseguido bien poco en la lucha por detener la masacre que se extiende a lo largo de varios países. Aunque, en un caso reciente ocurrido en Nueva York, tal y como informa Associated Press, un comerciante de antigüedades fue condenado a dos años de prisión y a pagar una multa de 900.000 euros.

La caza como una solución

Se han llegado a pagar más de 300.000 euros por cazar un rinoceronte. / Shutterstock

Aunque vilipendiados por los grupos anticaza, los cazadores bien podrían ser los que salvaran a los rinocerontes, ya que las elevadas tasas de abate de un ejemplar se reinvierten en la conservación del medio. Como ejemplo se puede citar a Corey Knowlton, que pagó 315.000 euros por el único permiso de caza para abatir un rinoceronte negro que ofertó Namibia hace un año.
De acuerdo con la revista norteamericana Petersen´s Hunting, el Safari Club de Dallas, encargado de llevar a cabo la subasta, afirmó que contaban “con el apoyo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) para seguir adelante con la subasta con el propósito de abatir un viejo macho del Parque Nacional Mangetti. Este macho ya era incapaz de procrear y además se le conocía por haber herido o matado a otros ejemplares de la misma manada”. El dinero de esta subasta fue directo a un fondo para la conservación del rinoceronte.

       
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