Para un cazador de meseta, acostumbrado a la mansedumbre de la llanura, al terreno seco y al tacto áspero de las encinas, poner los pies en el Tirol austriaco es una experiencia exótica.

Cuando Xavi Esteller propuso a Israel Hernández, director de Jara y Sedal, cazar un rebeco en las zonas de caza de Swarovski, no podía ni imaginarse la gran aventura que le esperaba por delante. Estaba a punto de internarse en las entrañas del parque natural de Karwendel, donde la naturaleza explota y desborda los cinco sentidos de quienes ponen el pie en él. Un lugar de ensueño en el que las distancias no se miden en kilómetros, sino en tiempo. Donde el río fluye con fuerza y lleva en su interior el agua más pura y cristalina que jamás hayas visto, de la que se puede beber solo tomándola entre tus manos. Un valle salvaje flanqueado por montañas de más de 2.000 metros donde Swarovski tiene su propia área de caza. 12.000 hectáreas repletas de corzos, venados y rebecos que pastan en sus cumbres.

Prismáticos EL Range 8×32 y 10×32

Allí les proporcionaron los nuevos prismáticos EL Range 8×32 y 10×32. Una nueva versión recién salida de la factoría que tendrían la ocasión de probar en exclusiva durante su aventura de caza.

Cazar en compañía de auténticos maestros de montaña nos hace crecer como cazadores y como personas y descubrir sus costumbres es uno de los tesoros más valiosos que puedes conseguir en un viaje como este. Esta es de ese tipo de experiencias que hacen a uno sentirse más vivo que nunca.

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