Jesús Urzanqui Rodríguez es un cazador que puede presumir de haber tenido la oportunidad de vivir uno de esos lances que recordará durante toda su vida. La escena tuvo lugar durante una jornada de rececho en un coto de caza del municipio de Calahorra, en La Rioja, y el protagonista fue un ejemplar de corzo que, sin lugar a dudas, le costará mucho olvidar.

Fue el pasado 2 de mayo cuando Jesús, tal y como ha contado al equipo de Jara y Sedal, comenzó el rececho buscando un corzo que ya tenía avistado desde el mes de marzo. Era un ejemplar que, desde el primer día que lo vieron, se dieron cuenta de que tenía «algo raro en los cuernos». Sin embargo, no fueron capaces de distinguir de qué se trataba hasta esa ocasión en la que consiguió abatirlo.

© J.U.R.

Dos meses detrás del peculiar corzo

«El día del rececho lo vimos en la zona donde solía estar siempre, pero enseguida nos vio y se marchó», ha comenzado contado el cazador respecto a esa jornada. Después de aquello, continuaron siguiendo su pista hacia donde pensaban que podía estar y justo allí lo volvieron a ver.

Tenía muy poco tiempo para reaccionar y, en un primer intento, realizó el disparo sin conseguir abatirlo. «En ese momento ya pensé que no lo volveríamos a ver, pero el guarda me dijo que estuviera tranquilo, que esa tarde volvería a su zona».

Por lo tanto, llegada la tarde volvieron y allí estaba el corzo. «Le entramos buscando una mejor posición que por la mañana y ahora sí que el disparo fue efectivo y conseguimos abatirlo», ha afirmado.

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«Cuando estábamos a unos 30 metros del corzo, el guarda lo miró con los prismáticos y me dijo ‘menudo corzo, es el corzo de tu vida’. Al llegar al corzo, vimos la preciosa cabeza que tenía y por fin pudimos ver la rareza de esos cuernos tan juntos y gordos», ha resaltado. Por último, Jesús ha concretado que, después de medirlo, el ejemplar 172 puntos.

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Lo cierto es que, viendo las imágenes se trata de un corzo muy grueso, con múltiples puntas que no responde al típico patrón de seis puntas que presentan los machos habitualmente. Asimismo, presenta unas rosetas de gran tamaño y es muy perlado.


¿Qué hacer para luchar contra el gusano de la nariz del corzo?


La mejor historia de caza de corzo puede llevarse unos prismáticos Burris Droptine y un arnés Beretta

El lance que acabamos de narrar es uno de los participantes en el concurso que desde Jara y Sedal hemos lanzado en colaboración con Beretta Benelli Ibérica (BBI). La mejor historia puede llevarse unos magníficos prismáticos Burris Droptine Droptine 10×42, así como un arnés de Beretta.

Quienes quieran optar a este premio pueden hacerlo fácilmente enviando un email a info@revistajaraysedal.es, o bien un mensaje privado a cualquiera de nuestras redes sociales contándonos tu mejor historia de corzos, además de adjuntar las fotos de ese día, tu número de teléfono y seguir en Instagram el perfil de Jara y Sedal (@jaraysedal.es) y el de BBI (@beretta_benelli_iberica).