David Cabrera es un apasionado de la caza menor con perro. Lleva años dedicándose en cuerpo y alma a ella y, desde hace algún tiempo, en compañía de «Juan» un podenco andaluz maneto que se ha vuelto su inseparable.

Hace un mes, durante una de sus jornadas tras las patirrojas, abatió un ejemplar muy peculiar: una hembra con el pecho blanco. «Era la tercera que abatía esa mañana. Tras darle varias entradas al bando fueron dejándose cazar», cuenta el afortunado. Un lance largo pero certero que terminó con el cobro de Juan.

Cuando el perro llegó con el ejemplar en la boca, David se dio cuenta de que tenía algo diferente. Una vez la tuvo en la mano pudo comprobar que, efectivamente, tenía el pecho parcialmente blanco y que el característico marrón-rojizo en este caso era beige. «Es la primera vez en la vida que me pasa algo así con perdices que son completamente salvajes», señala David.

YouTube video

Con el pájaro en el chaleco y una sonrisa de oreja a oreja, David siguió cazando un par de horas. La suerte estaba de su parte, había que aprovecharla y así fue. Pocos minutos después otra perdiz levantó el vuelo y con un tiro instintivo y rápido pudo hacerse con ella.

YouTube video

Albinismo en perdices: cuestión de genética y carotenos

El albinismo es una condición genética que afecta la producción de melanina, el pigmento que da color a la piel, el pelo y, en este caso, al plumaje de las aves. Más allá del factor genético, la dieta juega un papel fundamental en la coloración. Los carotenos son pigmentos orgánicos que se encuentran en muchos vegetales y frutas y son los responsables de sus colores vibrantes, desde el amarillo hasta el rojo.

De igual forma que la presencia de carotenos influye en el color de los alimentos, la falta de estos también repercute en la coloración de los animales que los consumen.

En una perdiz roja parcialmente albina esta falta de pigmentación se manifiesta en zonas específicas del cuerpo, como el pecho, dando lugar a un plumaje blanco o de un tono más claro en comparación con el resto de su cuerpo. Los ojos suelen tener el color característico de la especie, a diferencia de los albinos completos cuyos ojos son rojos.

El albinismo parcial es una condición poco frecuente en la naturaleza. Aunque se han documentado casos en diversas especies de aves, incluyendo la perdiz roja, sigue siendo un fenómeno relativamente raro.

El caso contrario: el melanismo

Tan inusual como el albinismo es la condición contraria, el melanismo. Esta mutación hace que el cuerpo del animal produzca más melanina de lo habitual, lo otorga a la piel y al plumaje, en el caso de las aves, un color más oscuro llegando a ser incluso negro.


Un cazador captura un ejemplar de perdiz roja único en Lérida


A diferencia de lo que ocurre a los ejemplares albinos, el melanismo no es un atributo peligroso para el ave ya que facilita su camuflaje entre la maleza reduciendo así, las posibilidades de ser depredado.

Sobre el autor