El Gobierno de Nueva Zelanda decretó hace unos días el exterminio de 25.000 ejemplares de tar del Himalaya –en situación vulnerable según la UICN–. La presión ejercida por los cazadores ha conseguido frenar la barbarie.
27/9/2017 | Redacción JyS

tar del himalaya
Tar del Himalaya. /Shutterstock

La situación es similar a la vivida en España con el arruí: un gobierno decide exterminar una especie catalogada como ‘vulnerable’ por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza–, que ha sido introducida en el ecosistema hace décadas. A diferencia de lo sucedido en España, donde la propia administración armó y dio órdenes de exterminar la especie disparando a hembras preñadas y crías «con carácter prioritario», como ya denunció Jara y Sedal, la situación en Nueva Zelanda está siendo diferente.
Nueva Zelanda cuenta con una población de unos 35.000 ejemplares de tar del Himalaya (Hemitragus jemlahicus), un mamífero artiodáctilo emparentado con la cabra salvaje que originalmente sólo habitaba en las montañas del Himalaya. Desde allí fue introducido a diferentes países del mundo, como Sudáfrica, Nuevo México, California o Nueva Zelanda. La ministra de Conservación de este último, Eugenie Sage, decretó hace unos días el sacrificio masivo de 17.500 de ellos. Posteriormente, tienen previsto seguir aniquilando animales con el objetivo de reducir su población a tan sólo 10.000. 
A pesar de que, a diferencia del arruí en España, su objetivo no era exterminar la población sino reducirla, la comunidad de cazadores ha puesto el grito en el cielo y ha iniciado una campaña de recogida de firmas para pedir que no se lleve a cabo la matanza. La presión ejercida por el sector cinegético y la industria del turismo, a quienes no se consultó la medida, ha sido tal que la ministra Sage no ha tenido más remedio que paralizar el inicio del exterminio. A pesar de ello su intención es continuar adelante con su plan, por lo que de momento la polémica sigue abierta mientras el rechazo popular a la masacre gana apoyo dentro y fuera de Nueva Zelanda.