La escasez de lluvias y las altas temperaturas de esta primavera en Aragón están afectando a la fauna silvestre en un momento que es especialmente delicado: la época de cría. La falta de agua complica la supervivencia de algunas especies en muchas zonas de la comunidad y los cazadores, como gestores de las poblaciones a través de los acotados, tratan de revertir la situación.

Cada año, miles de federados de la Federación Aragonesa de Caza (FARCAZA) se dedican a instalar y mantener comederos, siembras para la fauna y bebederos en los cotos para asegurar la buena alimentación de las especies, tanto cinegéticas como no cinegéticas. Es una tarea que en años como este, de preocupante sequía, se intensifica, con el despliegue de puntos de abastecimiento de agua que se llenan cada pocos días para asegurar que cumplen su función.

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Los cazadores aragoneses realizan esta labor por sí mismos, en sus días y ratos libres, poniendo sus propios medios así como con sus recursos materiales y económicos. La instalación y mantenimiento de estas infraestructuras para los animales suponen cada año miles de euros de inversión en Aragón que las sociedades de cazadores sufragan en beneficio del fomento de la fauna silvestre aragonesa.

FARCAZA ha invitado a la sociedad, a través de un comunicado, «a visitar un coto en el que los cazadores gestionan balsas, bebederos y puntos de abastecimiento de comida». «Podrán ser testigos de primera mano del trabajo desinteresado y en pro de la sociedad y el medio ambiente que desarrolla el colectivo», añaden.

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