La Guardia Civil investiga cómo un cazador de 19 años, vecino de Osso de Cinca (Huesca), terminó herido el viernes por la tarde tras recibir un disparo con impacto de perdigones en una ingle durante una jornada en una zona de monte del Baix Cinca. Según adelantó el Diario Segre, el incidente se produjo alrededor de las siete, cuando ya había anochecido.
La explicación aportada inicialmente por su compañero, de la misma edad y localidad, es la que ha despertado más dudas: asegura que el disparo se produjo de manera accidental dentro de la furgoneta en la que se desplazaban y que la escopeta llegó a accionarse por una perra de caza que viajaba con ellos.
Esa versión fue la que se trasladó desde el primer momento a los sanitarios del Centro de Salud de Albalate de Cinca y posteriormente al hospital Arnau de Vilanova, en Lleida. También fue la información que recibieron los Mossos d’Esquadra el sábado por la mañana por tratarse de un ingreso hospitalario en Cataluña, aunque las diligencias las instruye la Guardia Civil de Fraga, al haberse producido el suceso en su demarcación.
Fuentes oficiales del instituto armado confirmaron la apertura de la investigación, sin aportar más detalles. Desde el ámbito sanitario, un portavoz también evitó pronunciarse sobre el estado del joven herido.
Qué puntos están bajo lupa y el contexto de la caza nocturna
La investigación deberá concretar varios aspectos de la narración inicial que, de confirmarse, apuntaría a posibles irregularidades sancionables, como el hecho de transportar el arma montada y con munición en la zona de los ocupantes del vehículo, además de la posición del perro y su posible acceso a la escopeta. Además, los agentes deberán determinar si contaban con la equipación necesaria para salir a cazar una vez pasada la puesta de sol.
En Osso de Cinca está autorizada la caza nocturna de conejos por la alta densidad en el término, si bien estas salidas deben ser autorizadas por el coto y comunicadas previamente a la Guardia Civil








