Una montería celebrada en una finca de Ciudad Real ha acabado, años después, con una sentencia que reconoce la gravedad de las secuelas sufridas por uno de los cazadores tras recibir un disparo. El tirador, ya fallecido, incumplió las normas de seguridad. Ahora, sus herederas deberán pagar una elevada indemnización.

Un disparo que cambió una vida

El accidente ocurrió durante una jornada cinegética en la que participaban varios cazadores, entre ellos, el autor del disparo. En un momento de la acción, este efectuó dos detonaciones con su rifle dirigidas a una piara de jabalíes. Una de las balas impactó accidentalmente en un compañero, alcanzándole las dos piernas y provocándole lesiones irreparables.

La víctima quedó gravemente herida, con secuelas permanentes que han afectado de forma significativa a su movilidad y calidad de vida. Según la información publicada por Confilegal, el proyectil podría haber rebotado, pero el tribunal ha determinado que fue consecuencia de una imprudencia por parte del autor del disparo, quien además incumplió instrucciones expresas de los organizadores de no disparar «a la contra» en el cortadero donde se encontraba.

Un cazador apunta a un jabalí en un cortadero. © YouTube

El juez exime a los organizadores y apunta al cazador

Cinco años después del incidente, la magistrada encargada del caso ha emitido sentencia. El fallo responsabiliza directamente al autor del disparo y, dado que ha fallecido, traslada la obligación de indemnizar a sus herederas y a su aseguradora, Mapfre. En total, deberán abonar 97.258 euros a la víctima.

La juez señala que, conforme a la legislación vigente, todo cazador debe responder por los daños causados durante el ejercicio de su actividad, salvo que pueda demostrarse que la culpa fue exclusiva de la víctima o se trató de un caso de fuerza mayor. «Ninguno de estos supuestos se dio en el caso del juzgado», concluye el fallo.

En cambio, la empresa organizadora del evento y su aseguradora, Allianz, han quedado absueltas de toda responsabilidad. Según la sentencia, «cumplieron con las medidas de seguridad exigidas por la ley».

Una indemnización por daños físicos, estéticos y económicos

El tribunal ha establecido una detallada cuantía indemnizatoria. De los más de 97.000 euros reconocidos, 18.145 € corresponden a las lesiones temporales sufridas tras el disparo; 17.410 € por las secuelas físicas y estéticas, entre las que se incluyen una cojera visible, cicatrices y daños neurológicos.

Además, se contemplan 59.255 € por la pérdida de ingresos durante el periodo en que la víctima estuvo de baja, así como 1.702 € por desplazamientos a centros hospitalarios. La sentencia también recoge una compensación de 746 € por los gastos de estancia de la esposa del herido durante su hospitalización en Ciudad Real.

El caso pone de relieve las graves consecuencias que puede tener una imprudencia durante una jornada de caza, así como la importancia de respetar estrictamente las normas de seguridad en el campo.

Un buen seguro puede protegerte a ti y a tu familia

Accidentes como este ponen de manifiesto la importancia vital de contar con un seguro de calidad si practicas la caza. Aunque uno sea precavido y cumpla todas las normas de seguridad, basta un instante, un descuido o un infortunio para que se produzca un incidente con consecuencias devastadoras. En este caso, el cazador que disparó falleció, pero sus herederas han sido condenadas a pagar una elevada indemnización por el rebote de una bala.

Estas situaciones generalmente se dan porque el cazador tiene contratada una póliza barata en una compañía que no ofrece grandes coberturas. Hay que recordar que el seguro mínimo exigido por ley para poder cazar legalmente en España solo cubre daños personales causados a terceros, con un tope de 90.151,82 euros por víctima. Además, no cubre daños materiales. Sin una buena cobertura, un hecho así puede arruinar económica y emocionalmente a una familia entera.

Por eso, productos como el Seguro Premium Oro de Mutuasport son la opción más recomendable a la hora de salir a cazar. Esta póliza no solo incluye las coberturas obligatorias, sino que amplía la responsabilidad civil hasta 2.000.000 euros, además de ofrecer defensa jurídica, asistencia médica, daños a terceros, accidentes personales e incluso asistencia en el extranjero. Además, incluye defensa penal, reclamación de daños y otras coberturas pensadas para brindar tranquilidad total tanto al cazador como a su familia.

Contratar un buen seguro no es un gasto: es una inversión en tranquilidad, seguridad y futuro. Porque cuando cazas, no solo estás cuidando de ti… también estás protegiendo a tu familia.

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