El suceso tuvo lugar en la mañana del martes en el Monte Peña El Gato, una zona habitual de actividad cinegética en la provincia de Burgos. El herido, un varón cuya identidad no ha trascendido, sufrió un tropiezo mientras caminaba por el terreno y, como consecuencia de la caída, el arma que portaba se disparó de forma accidental, alcanzándole en una pierna.
Según la información facilitada por el servicio de emergencias 1-1-2 de Castilla y León, fue el propio aviso el que activó de inmediato el protocolo de intervención, dada la dificultad de acceso al lugar y la necesidad de una atención sanitaria urgente.
El incidente volvió a poner el foco en los riesgos asociados a los desplazamientos por terrenos abruptos durante la práctica cinegética, especialmente en jornadas invernales, cuando el suelo puede encontrarse resbaladizo por la humedad, el barro o las bajas temperaturas.
Movilización inmediata de los servicios de emergencia
Tras recibir la alerta, el Centro Coordinador de Emergencias procedió a localizar con precisión el punto en el que se había producido el accidente, una operación clave para agilizar la respuesta. De forma simultánea se dio aviso a los servicios sanitarios de Sacyl, a la Guardia Civil y a los Bomberos de Burgos.
Dada la gravedad potencial de la herida y la orografía del terreno, Sacyl movilizó un helicóptero medicalizado que se desplazó hasta el Monte Peña El Gato para atender al herido en el mismo lugar del suceso. Una vez estabilizado, fue evacuado por vía aérea.
El traslado se realizó hasta el Complejo Asistencial Universitario de Burgos, donde quedó ingresado para una evaluación más exhaustiva de las lesiones sufridas en la pierna, sin que por el momento hayan trascendido más detalles sobre su evolución.
Un accidente en plena actividad cinegética
Este tipo de sucesos, aunque poco frecuentes, recuerdan la importancia de extremar las precauciones en el manejo de armas de fuego, especialmente durante los desplazamientos por zonas de monte con desniveles, piedras sueltas o vegetación densa.
Las autoridades insisten habitualmente en la necesidad de portar el arma en condiciones de máxima seguridad cuando no se está en acción, así como de prestar atención al terreno para evitar caídas que puedan tener consecuencias graves.








