Pasar desapercibidos es una de las grandes obsesiones para cualquier cazador. Ocultar tu silueta durante una noche de espera en la linde de una siembra o en el centro de un rastrojo puede ser la clave definitiva para tener éxito en una jornada de caza.
Muchos cazadores acostumbran a colocar puestos de caza en los árboles con el fin de no ser vistos y burlar también las traicioneras bocanadas de aire que, chismosas y alcahuetas, le cuentan al jabalí o al corzo de turno sobre nuestras intenciones.
Un puesto de caza de lujo
Sin embargo, el protagonista del siguiente vídeo va un paso más allá, y lejos de conformarse con cubrir su cuerpo de forma parcial, construye un auténtico templo del aguardo a base de pacas de paja. En las imágenes vemos cómo se ubica en el centro de un rastrojo y comienza a dar forma a su obra.
Primero crea un perímetro de unos 10 metros cuadrados y enseguida comienza a levantar las paredes. Se ayuda de unos maderos para garantizar su resistencia y deja un hueco a modo de puesta y otro para una tronera o ventana. Además, y gracias a dos alfombras viejas, diseña un banco que le hace las veces de cama con un saco de dormir por si decide pasar la noche.
No sabemos si el fin último del hombre es construir un puesto de caza o simplemente levantar un refugio en medio del campo, pero lo que está claro es que si eres cazador, desearías contar con una de estas construcciones en tu coto de caza.
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