El joven cazador Óscar Álvaro Gálvez, natural de la localidad alcarreña de Trillo, logró grabar ayer por la mañana una corza adulta con un extraño comportamiento. El animal no podía caminar bien y Óscar se acercó para tratar de ayudarla.

«Estaba al lado de un camino y a su vez este de una carretera», relata a este medio el joven que ya fuera protagonista en Jara y Sedal hace unos meses por cazar un monstruoso jabalí de 160 kilos a cuchillo. Sobre la posibilidad de que la cercanía a la calzada estuviera detrás de su extraña reacción dice que no sabe si le habría dado un golpe un coche. «Estaba como aturdida», añade.

El joven, pensando que podría curarse, ha tratado de alejar al animal de la carretera: «He pensado que podía salir adelante y la he cogido en brazos y la he metido al monte», describe por último.

La importancia de comunicar este tipo de comportamientos

Jara y Sedal ha contactado con Nicolás Urbani, veterinario y asesor técnico de la Real Federación Española de Caza (RFEC), para conocer su opinión sobre el extraño comportamiento de la corza. Urbani señala que «el decaimiento o apatía, que imposibilita el reflejo de huida, puede ser asociado a múltiples causas o etología. En principio, y con las reservas de la calidad del vídeo, parece que la corza está en un estado normal de carnes, así podría asociarse a un fenómeno agudo como un traumatismo con un vehículo», dice el experto veterinario. Sin embargo añade que «sin inspección y diagnóstico in situ no se puede confirmar».

Por último el asesor técnico de la RFEC incide en la importancia de comunicar este tipo de sucesos: «Si observamos animales con comportamientos claramente anormales es conveniente comunicarlo a la autoridad competente para su correcta gestión sanitaria».

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