Juan Cecilio Callejón Garrido es natural de Níjar, un municipio de la provincia de Almería, tiene 42 años y es un enamorado de la caza en espera. El pasado 29 de enero tuvo la oportunidad de vivir uno de esas jornadas que ningún amante de la cinegética podría olvidar y es, sobre todo, por el número y la calidad de los tres jabalíes a los que consiguió abatir.
«El sueño de cualquier esperista». Así es como lo ha bautizado este cazador en conversaciones con la redacción de Jara y Sedal. «De esas noches que quedan grabadas para siempre», ha continuado destacando.
De igual modo, ha asegurado que, a lo largo de su vida, ha abatido «más de 500 guarros en esperas nocturnas». «Pero fue la pasada noche del 29 de enero la que fue aún más especial», ha añadido. «Puedo decir que hice uno de mis sueños realidad, poder cazar tres grandes jabalíes en la misma noche y en el mismo comedero. Tres medallas de oro, plata y bronce», ha resaltado.
Tres ejemplares de medalla en la misma noche
«Tras varios días haciendo seguimiento con mi cámara de fototrampeo que tenía instalada en un coto de El Ejido, pude ir observando que entraban diferentes piaras, pero que cada una de ellas llevaba un diferente macareno. Aunque es cierto que en la cámara no se apreciaban muy bien los trofeos que tenían», ha continuado narrando.
A las 22:00 horas aproximadamente de la noche del sábado, entró la primera piara «con unos ocho jabalíes, de todos los tamaños, y con ella iba un gran macareno, de esos que cuando los ves te tiembla hasta el pulso», ha puesto en valor Juan.
«Intenté tranquilizarme y cuando lo tuve solo a un lado, no me lo pensé y le tiré, quedando en el sitio. Tras abatirlo y el ruido que originó el disparo, pensé que sería imposible que las otras piaras que vi en la cámara las noches anteriores pudieran venir, pero aún así decidí esperar un poco», ha seguido recordando el cazador.
No había pasado ni media hora cuando, de repente, vio entrar a otro grupo diferente, esta vez de unos 12 ejemplares. En ella venía otro gran jabalí y, como con el anterior, sin pensárselo ni un segundo, disparó.
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«La alegría que tenía en ese momento era inmensa, pero algo me decía que la noche aún no había terminado», ha detallado. Así fue cuando, finalmente, una hora y media después de eso entró un tercer gran jabalí, en esta ocasión solo, al que disparó con un «tiro perfecto».
Tras vivir esta soñada jornada de caza, Juan ha reconocido que «la satisfacción» que sintió al ver los «tres grandes trofeos, fue una sensación inigualable». «Sin duda, un recuerdo que permanecerá en mí para siempre. Tres lances en la misma espera, los cuales han dado una puntuación de oro (110,60 puntos), plata (105,85 puntos) y bronce (102,65 puntos)», ha matizado.
«Por último, solo puedo decir que ojalá todos los grandes aficionados a la caza en espera como yo pudieran vivir una gran noche como esta», ha concluido deseando.
