La caza con arco multiplica las sensaciones. Ese punto de dificultad que se añade al acto de cazar supone un reto que es difícil conseguir con las armas de fuego. En contrapartida, el cazador tiene muchos fracasos, tanoas que puede hacerle abandonar. ¿Estás dispuesto a sacrificar decenas de jornadas volviendo a casa de vacío por conseguir una pieza con arco? Hay algunos cazadores que sí.
En este caso, tras las difíciles perdices: el equipo de Cazadores de Lances, de Extremadura Televisión, se va con los campeones y subcampeones de España de caza al vuelo con arco en busca de la perdiz roja con perros de muestra –epagneul bretón– e intentan el difícil reto de abatirlas con flechas con puntas especiales, algo que consiguen.
La caza con arco, un reto, y mucho más si es caza menor
Tanto si hablamos de la caza menor como mayor, la caza en arco es un reto. Y si es de perdices, mucho más: abatir a las bravas patirrojas con arco requiere de una técnica, conocimientos y forma física depurados. No estamos hablando de salir a dar un paseo campestre –también muy respetable– con tu arco, sino de doblegar los bandos de perdices silvestres, conseguir poner a tiro a unos astutos animales con un perfecto dominio del territorio y con unas tácticas de evasión casi perfectas, algo que consiguen los cazadores que te mostramos en el siguiente vídeo.
Los perros, clave en la jornada
Estos lances, que con escopeta son mucho más asequibles, con el arco se convierten en algo verdaderamente complicado, sobre todo por lo rápido de su vuelo y lo difícil que son estas aves para ser avistadas por el cazador. Estos cazadores las consiguen abatir con la flecha al vuelo. Increíble pero muy real… gracias también al buen trabajo de sus perros de caza, que siguen el rastro de las aves y se las ‘echan’ a sus dueños en el monte de esparteras que aparece en el vídeo, un lugar especialmente propicio para disfrutar del lance de la muestra.
También con los conejos
En este otro reportaje podemos ver la caza con arco en este caso de conejos desde una perspectiva muy cercana a un cazador, Rubén Montés, que nos explica las dificultades que tuvo que superar para empezar en esta modalidad, su forma de entenderla, de practicarla y de vivirla. La caza de conejos con arco es difícil pero posible. Esta es la prueba: