En las últimas horas las redes sociales se han llenado de mensajes alarmistas con la falsa noticia de que la caza en Castilla y León está prohibida. Esto no es cierto puesto que la sentencia del Tribunal Superio de Justicia de la comunidad no es firme y la Federación de Caza de Castilla y León está trabajando para que la temporada 2017/2018 se desarrolle con normalidad.
20/6/2017 | Redacción JyS
En el año 2015, Ecologistas en Acción presentó una demanda ante el Tribunal Superior de Justicia Castilla y León solicitando la anulación de todo el Decreto 32/2015, encargado de regular la actividad cinegética en esta comunidad. La juez que lleva el caso ha admitido parcialmente la demanda y, aunque no ha eliminado todo el Decreto, ha fallado que se anulen los artículos 9.4, 13, 14, 15 y 19.1.a y 19.1.b y anexo I, que definen el periodo reproductivo de las especies cinegéticas de Castilla y León.
La sentencia, a la que jaraysedal.es ha tenido acceso, fue dictada el pasado 9 de junio anulando los siguientes preceptos: la modalidad de caza de paloma en pasos tradicionales, la caza acuática de patos en puestos fijos, la declaración de las especies cinegéticas, las órdenes de veda, la protección de las especies cinegéticas, la caza de las especies especiales y las fechas –especialmente las de media veda–.
¿Por qué se anulan?
El TSJ afirma que, a la hora de redactar el Decreto 32/2015, la Junta de Castilla y León no aportó ningún documento científico sobre las especies cinegéticas que avalase los puntos ahora eliminados, tal y como exige la Directiva de Aves.
Esos documentos deberían demostrar varios aspectos. En primer lugar que estas especies no se encuentran en ninguno de los supuestos de protección estricta conforme a la normativa comunitaria, estatal y autonómica. En segundo lugar que gozan de interés por parte del colectivo de cazadores y, para terminar, que sus niveles poblaciones, distribución geográfica e índice de reproductividad, pueden soportar la caza ordenada de ejemplares sin que ello comprometa su estado de conservación en Castilla y León.
Esto no significa que no existan informes que garanticen estos apartados, sino que simplemente no han sido incluidos durante la tramitación de la disposición.
Cabe señalar que no es la primera vez que los cazadores de Castilla y León se enfrentan a algo así. Existen precedentes judiciales al respecto, pues también fue declarado nulo el Decreto 172/1998, de 3 de septiembre, por el que se declaraban las especies cinegéticas de Castilla y León; la Orden de 27 de junio de 2002, por la que se aprobó la Orden anual de caza en esta comunidad para la temporada 2002-2003; la Orden MAN/928/2010 y el Decreto 65/2011, de 23 de noviembre, por el que se regulaba la conservación de las especies cinegéticas de Castilla y León, su aprovechamiento sostenible y el control poblacional de la fauna silvestre. Precisamente, el Decreto 32/2015 venía a sustituir al anterior. En ningún caso la caza se paralizó en Castilla y León.
¿Queda prohibida la caza en Castilla y León?
No. La sentencia no prohíbe en ningún caso la práctica de la caza en Castilla y León. Además, aún no es firme, por lo que todavía admite recurso de casación –entre otras diferentes acciones jurídicas– y un proceso judicial que previsiblemente se alargará en el tiempo. En cualquier caso, el equipo de la Federación de Caza de Castilla y León está trabajando para que la próxima temporada se pueda llevar a cabo con normalidad. Además, presionará a la Junta de Castilla y León para que, de una vez por todas, desarrolle una normativa en la que aporte los estudios científicos que se exigen y ponga fin a esta situación de inseguridad jurídica que afecta a 120.000 cazadores en Castilla y León. Una vez que la administración lleve a cabo esta medida, las aguas volverán a su cauce.
A pesar de que desde el entorno federativo se está lanzando un mensaje de tranquilidad, la falsa noticia de que la caza en Castilla y León está «cerrada» ha corrido como la pólvora en las redes sociales después de que determinados agregadores de noticias publicaran ese titular, lo que ha creado una importante alarma social.