El cazador Miguel Deza, natural de la localidad zaragozana de Paniza, abatió este domingo 8 de mayo un espectacular corzo de tres cuernas en un coto de esta provincia aragonesa en el que ya es uno de los trofeos más peculiares de esta temporada 2022 de los “duendes” del bosque.
El cazador, que ha contactado con Jara y Sedal para compartir el lance, explica que este corzo lo tenía vigilado desde el mes de marzo: «Era un animal viejo y esquivo. En cuanto te acercabas a 300 metros, salía corriendo, expone en palabras a este medio. No obstante, «gracias al rifle y el trabajo previo de un amigo», que cuenta con un Blaser R8 en calibre .270 Winchester preparado para cazar a larga distancia, logró ganar la partida a este huidizo macho.
Así recechó al curioso animal
Miguel Deza explica a este medio que a ese corzo era «imposible acercarse más». «Las veces que lo había visto de lejos había salido huyendo; jamás me había colocado a menos de 300 metros de su posición, y cuantos más días pasaban, menos te podías acercar», recalca. Por ello, tomó la determinación de contar con la ayuda de su amigo.
«También tuvimos muchos problemas con el aire, porque los días que decidimos ir, el viento iba en nuestra contra», detalla. No obstante, este domingo amaneció «perfecto» para tratar de dar caza al animal. «Lo vimos a lo lejos y no nos pudimos acercar mucho más que a 485 metros. No queríamos perderlo», explica el cazador aragonés. «Sabíamos que tenía un trofeo destacable y, además, el animal era viejo, por eso era el nuestro», expone sobre el rececho que compartió junto a su compañero de coto.
El disparo impactó en el codillo: «El animal se tumbó al instante, ya que la bala entró en el sitio exacto», expone Deza. Poco después, conforme se iban acercando a la pieza, la emoción embriagaba a los cazadores: «Sabíamos que era un trofeo raro, pero no así. Acabamos abrazados y emocionados», recuerda.
Otro corzo de casi 200 puntos que abatió su padre hace tres años
Su padre, también de nombre Miguel Deza y de 76 años de edad, abatió en 2019 un espectacular corzo de 11 puntas. El lance acaeció en su coto social: el veterano cazador se percató de la presencia del corzo a unos 300 metros, y fue desde ahí desde donde comenzó a hacerle la entrada, que narró a este medio.
La mejor historia de corzos de esta temporada conseguirá un monocular térmico valorado en más de 2.000 euros
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