Cataluña afronta un escenario complejo tras la confirmación de 13 positivos de peste porcina africana en jabalíes, concentrados en un perímetro de seis kilómetros desde el primer hallazgo del virus. La Generalitat reconoce que la densidad actual de su población de jabalíes, situada entre los 125.000 y los 180.000 individuos, supone un riesgo elevado para el sector porcino y para el control sanitario de la fauna.
El conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, explicó este miércoles que el Ejecutivo catalán se ha marcado como objetivo reducir a la mitad esa cifra. Para hacerlo viable, prevén que se capturen al menos 60.000 ejemplares en los próximos meses, una medida excepcional que responde a la expansión del virus y a los problemas asociados a la sobreabundancia de estos animales en zonas periurbanas y agrícolas.
Ordeig adelantó además la creación de una Mesa del jabalí, un órgano de coordinación en el que participarán administraciones, gestores y técnicos para diseñar un plan integral que permita aumentar las capturas y reforzar la vigilancia epidemiológica. Todo ello llega en un momento marcado por la inquietud del sector ganadero, que teme un impacto directo sobre la producción porcina si la enfermedad avanza.
Un brote que mantiene en alerta al sector
La aparición de los primeros positivos desencadenó un dispositivo de control que incluye inspecciones, análisis de cadáveres y limitaciones en determinadas áreas. Hasta la fecha, los casos confirmados continúan acotados en el mismo radio inicial, pero la Generalitat insiste en que la situación exige actuar con rapidez para evitar saltos del virus a la cabaña doméstica.
La presión sobre la fauna silvestre es un factor determinante en la expansión de la PPA, una enfermedad que no afecta a las personas, pero que puede resultar devastadora para la producción porcina. Técnicos y veterinarios del Govern han aseverado que la reducción de la población de jabalíes es una de las pocas herramientas realmente eficaces a corto plazo.
El informe sobre el origen del brote, clave para los próximos pasos
El grupo de expertos que analiza el origen de la PPA en Cataluña presentará un primer informe la próxima semana. Entre las hipótesis que se estudian figura la posible relación entre el brote y unas obras cercanas a las instalaciones del CRESA, aunque por ahora no se ha establecido ningún vínculo concluyente. Ese documento será determinante para ajustar las medidas de control y valorar si deben ampliarse las restricciones o los dispositivos de vigilancia.
El Govern insiste en que la prioridad es mantener el brote bajo control y proteger tanto la salud animal como la actividad económica vinculada al porcino, uno de los pilares del sector agroalimentario catalán.








