La plaga de conejos que asola los campos catalanes ha llevado al Govern a tomar nuevas medidas. Ante el aumento descontrolado de la población de estos lagomorfos y los graves daños que causan a los cultivos, el Departamento de Agricultura ha anunciado la formación de todo un ‘ejército’ de mil cazadores para combatir esta plaga.
La sobrepoblación de conejos ha alcanzado niveles alarmantes, con un incremento del 30% en la población en las zonas más afectadas, según los últimos censos. Los daños en los cultivos se han disparado, llegando a superar el 100% en algunas zonas, lo que pone en peligro la viabilidad de muchas explotaciones agrícolas.
«No solo el departamento de Agricultura, el conjunto del Govern está muy preocupado por el descontrol de la fauna cinegética y los efectos adversos», ha afirmado el conseller de Agricultura, Óscar Ordeig, en la reunión mantenida con colectivos afectados por la sobrepoblación de conejos.
Un ejército de cazadores
Para hacer frente a esta problemática situación, el Govern ha puesto en marcha un ambicioso plan de formación de cazadores. A partir de febrero, se impartirán 22 cursos en las escuelas de capacitación agraria, con el objetivo de capacitar a más de 800 personas.
Entre mayo y noviembre, 230 personas ya participaron en los cursos organizados para este fin, por lo que se prevé contar este año con más de 1.000 especialistas en el control de las poblaciones de conejo.
El conseller advirtió del aumento de la población de conejos, corzos y jabalíes «de manera descontrolada derivada de muchos factores, entre ellos el cambio climático o la reducción de las personas que se dedican a la caza».
Los agricultores piden el uso de biocidas
A pesar de las medidas anunciadas por el Govern, algunas organizaciones agrarias, como la Plataforma Pagesos o Conills, consideran que estas no son suficientes. Su portavoz, Ramon Boleda, ha vuelto a reclamar el uso de biocidas, una opción que el Departamento de Agricultura descartó tras una prueba piloto realizada en 2023.
Y es que la plaga de conejos no solo afecta a la agricultura, sino también a otros sectores como la ganadería y la seguridad vial. Jabalíes y corzos son responsables de numerosos accidentes de tráfico, especialmente en las carreteras secundarias.
«Esta sobrepoblación también provoca accidentes. Hay datos que indican que el 30% de siniestros de tráfico en Cataluña están causados por la fauna cinegética», añadió Ordeig.